Dos nuevas catedráticas en la ETSI Aeronáutica y del Espacio

Cristina Cuerno Rejado e Isabel Pérez Grande han sido nombradas catedráticas de universidad, siendo la segunda y la tercera ingeniera aeronáutica que alcanzan la máxima categoría docente en España. A ellas se unirán otras nuevas, cuyas historias iremos conociendo.


25.05.16

La ingeniería aeroespacial, una profesión tradicionalmente masculina, poco a poco va siendo testigo de cómo la mujer se incorpora a los equipos de trabajo, a las actividades investigadoras y a las aulas. Pero aún queda camino por recorrer y los números son un fiel reflejo de la realidad industrial y académica. Por eso, el nombramiento de dos profesoras de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) como nuevas catedráticas de universidad es un hito en la historia de esta rama de la ingeniería.

Con la publicación en el BOE de sendos nombramientos de Cristina Cuerno Rejado e Isabel Pérez Grande, ambas alcanzan la máxima categoría docente dentro del ámbito universitario, algo que para ellas supone “un reconocimiento a una trayectoria y al mismo tiempo la superación de un reto”, además de ser “el resultado de muchos años de dedicación y esfuerzo”.





Isabel Pérez Grande y Cristina Cuerno Rejado, sentadas en “el otro lado de la pizarra”, en un aula de la ETSI Aeronáutica y del Espacio.



Hasta el momento, sólo tres ingenieras aeronáuticas han conseguido romper los estándares y alcanzar el puesto de catedrática de universidad en España. Abrió el camino, en 2009, Ana Laverón Simavilla, directora del E-USOC y también profesora de la ETSI Aeronáutica y del Espacio de la UPM (aunque en el momento de su nombramiento estaba adscrita a la ETSI  Aeronáuticos). Y ahora le siguen estas dos profesoras que quieren poner el acento en esa menor presencia femenina en esta profesión. “Creo que las razones que explican que haya muy pocas mujeres en nuestras aulas son educativas y socioculturales, que actúan como barrera disuasoria para las mujeres, no sólo en el ámbito aeroespacial, sino también en todas aquellas profesiones que tradicionalmente se han definido como masculinas”, sostiene Cristina. Isabel confirma que no es una situación exclusiva de nuestro país, pues en los proyectos espaciales internacionales en los que trabaja también hay pocas mujeres, pero reconoce que “no hace falta ir tan lejos, ya que en los puestos de responsabilidad de nuestra universidad la presencia femenina es minoritaria, lo que requiere una reflexión seria”.

El hecho de que los estudios de ingeniería aeronáutica hayan estado durante un tiempo “vetados” a la mujer por el carácter militar que tuvieron en los años de la posguerra, lógicamente ha supuesto un retraso en la normalización del porcentaje de mujeres en las aulas. La primera mujer se matriculó en el curso 1964-1965, pero no fue hasta casi una década después (curso 1973-1974) cuando se titula la primera.

Este 2016, que será especial para las profesoras de la ETSI Aeronáutica y del Espacio, se cumple una bella efeméride, pues hace 100 años, el ministro de Instrucción Pública nombró a Emilia Pardo Bazán catedrática de literatura contemporánea de lenguas neolatinas en la Universidad Central de Madrid, convirtiéndose en la primera mujer española catedrática. Ello pone de relieve la gran brecha existente entre titulaciones en cuanto a género.

Tanto Cristina como Isabel son catedráticas en el área de conocimiento “Ingeniería Aeroespacial”, pero profesionalmente sus ámbitos de docencia e investigación son muy diferentes.

Entusiasta de lo aeronáutico

Cristina Cuerno Rejado, adscrita al Departamento de Aeronaves y Vehículos Espaciales, es ingeniera aeronáutica por la UPM (1987) y fue la primera mujer en alcanzar el nivel de doctora en esa misma área (1992). Entre las asignaturas que imparte, se encuentran: "Tecnología Aeroespacial"; "Aeronaves de Ala Fija"; "Mantenimiento y Certificación de Aeronaves"; "Vehículos Aeroespaciales"; "Diseño, Cálculo y Certificación de Aeronaves", y "Sistemas No Tripulados". Además, dirige el curso de formación continua “Investigación de Accidentes e Incidentes de Aeronaves”, título propio de la UPM.





Cristina Cuerno Rejado, en el laboratorio de aeronaves pilotadas por control remoto (RPAS-Lab) de la ETSI Aeronáutica y del Espacio.



Sus líneas de investigación se centran en el diseño conceptual de aviones de transporte en configuración convencional y no convencional; el diseño de aeronaves no tripuladas (RPAS); la aeronavegabilidad y certificación de aeronaves, y la investigación de accidentes de aviación. Como experta en este último campo es vocal del pleno de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de la Aviación (CIAIAC).

“Podemos ser un ejemplo motivador para nuevas vocaciones que pueden ver que sí es posible llegar alto en esta profesión”, concluye, recordando con cariño como en su habitación compartían pared imágenes del tenista Bjon Borg, una cabina del Boeing 747 y la cosmonauta rusa Valentina Terserhkova, su gran heroína.

Apasionada del espacio

Isabel Pérez Grande, adscrita al Departamento de Mecánica de Fluidos y Propulsión Aeroespacial, es ingeniera aeronáutica por la UPM (1993) y doctora ingeniera aeronáutica (2001). Su perfil docente se reparte entre una asignatura básica como es "Termodinámica" y una de carácter tecnológico, "Control Térmico Espacial". “En investigación básica cada vez hay más mujeres, pero esto no ocurre en materias tecnológicas y en particular en las vinculadas al espacio”, reconoce.




Isabel Pérez Grande, en el laboratorio de ensayos de vacío térmico-espacial del IDR en Montegancedo


Responsable del Grupo de Investigación Desarrollo y Ensayos Aeroespaciales, destaca su experiencia en ciencias y tecnologías espaciales, y en diseño térmico y optimización. Actualmente participa en el control térmico del microsatélite UPMSat-2, pero ya fue parte del equipo de su antecesor, el UPMSat que se lanzó en julio de 1995, en sus años de estudiante. “No me puedo olvidar en estos momentos de las personas que me dieron la oportunidad de integrarme en sus equipos de trabajo, donde que adquirí conocimientos y destrezas fundamentales para ahora alcanzar esta meta”, agradece. “Ahora, del mismo modo, toca seguir trabajando y ayudar a los jóvenes a que crezcan profesionalmente”.

Precisamente por ese trabajo en el Instituto Universitario de Microgravedad Ignacio da Riva (IDR) obtuvo el premio Amelia Earhart en su edición de 1996, concedido por la Fundación Zonta Internacional de Estados Unidos en homenaje a la aviadora americana. Su objetivo es la promoción de la mujer en el área aeroespacial, reconociendo a destacadas jóvenes investigadoras e Isabel fue una de las primeras españolas en recibirlo.

Cifras de interés

En la UPM, hay un total de 319 profesores en la categoría de catedráticos, de ellos 44 son mujeres (13,79%), siendo la ETSI Agrónomos, la que cuenta con el mayor número de catedráticas. En el caso de la ETSI Aeronáutica y del Espacio, la incorporación de Cristina e Isabel eleva la cifra de catedráticas a seis, con lo que el porcentaje de hombres y mujeres en esta categoría se sitúa en 80% para el género masculino y un 20% para el femenino.

Las seis catedráticas de la ETSI Aeronáutica y del Espacio son, por orden de nombramiento: Ana Laverón Simavilla (área de conocimiento: ingeniería aeroespacial), Rosa María Masegosa Fanego (ingeniería química), Catalina Salom Coll (ingeniería aeroespacial), Margarita González Prolongo (ciencia de los materiales e ingeniería metalúrgica), Cristina Cuerno Rejado (ingeniería aeroespacial”) e Isabel Pérez Grande (ingeniería aeroespacial).

Tras estos nombramientos, recientemente en la ETSI Aeronáutica y del Espacio también ha alcanzado el grado de catedrático el director del Departamento de Materiales y Producción Aeroespacial, el profesor Alfredo Sanz Lobera (ingeniería de los procesos de fabricación).