Varios proyectos de la UPM, finalistas en el James Dyson Award

Dos trabajos desarrollados por estudiantes de la ETSIDI han pasado a la fase final de esta competición internacional de diseño e ingeniería industrial y de producto.

18.09.2017

Dos proyectos desarrollados en la asignatura Metodología del Diseño y la Creatividad de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Diseño Industrial de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), han conseguido pasar a la fase de esta competición internacional de la Fundación James Dyson que se organiza anualmente con el objetivo de apoyar a los jóvenes estudiantes de diseño e ingeniería industrial y de producto.

Los diseños creados por los estudiantes de la asignatura impartida por la profesora Fca. Victoria Sánchez del Departamento de Ingeniería Mecánica, Química y Diseño Industrial, titulados respectivamente, Sunled y Guardián, cumplen los requisitos que exige este concurso: aúnan creatividad e ingenio aplicados a mejorar el día a día de las personas de una manera sostenible teniendo en cuenta la protección del medio ambiente.

Ana Cuervo Murillo, Lucía Martín de Santos Arroyo, Ana Blanca Meliá García, Clara Rodríguez Ríos e Irene Torrijos Pérez han creado Sunled, un sistema que aprovecha la energía solar del día para iluminar una estancia por la noche. 

El sistema capta a través de las placas fotovoltaicas transparentes, instaladas en las persianas, los fotones de la luz del sol, y los materiales semiconductores de estas los transforman en una corriente continua de electrones que se lleva a un regulador, que se encargará de repartir un valor de toda esta corriente a las baterías/acumuladores y otra parte de esta corriente continua irá destinada a la iluminación de las luces LED. El objetivo: reducir el precio de las facturas de electricidad disminuyendo el consumo de energía eléctrica y aprovechar los recursos naturales.

Julia Bustillo Ergui, Rubén Molina, Diego Rodríguez, Judit Monclús y Antonio Gómez son los creadores de Guardián un aparato que una vez instalado en la bici o en la moto registra los golpes o caídas y envía un mensaje con la localización GPS a urgencias avisando del accidente. 

El dispositivo tiene dos sensores, uno de choque y otro de ángulos. El primero registra fuertes vibraciones asociadas con choques. El segundo detecta la superación de un ángulo crítico que sólo puede alcanzarse en una caída. Cuando cualquiera de los dos registra un accidente, una alarma sonora se activa para llamar la atención de cualquier persona o vehículo que pase por ahí y para que el conductor sepa que el sistema ha sido activado. Si se activara por error hay un margen de 30 segundos para apagar el sistema presionando un botón en el dispositivo. Si transcurren 30 segundos y no se ha pulsado el botón de "falsa alarma", el dispositivo envía un mensaje con una voz en off al número de emergencia local. También cuenta con un botón para activar manualmente el dispositivo en caso de emergencia.