Entrevista al catedrático Óscar Corcho

19.12.2016

Sus estudios y la vocación científica

P: Es Ingeniero Informático por la UPM, ¿qué les diría a los estudiantes de bachillerato que están a las puertas de iniciar su carrera universitaria?

R: A los estudiantes…. les diría que esta es una profesión en la que prácticamente no hay desempleo, y que si les gusta la Informática aquí tendrán la oportunidad de conocer los fundamentos teóricos y prácticos que rigen esta disciplina. Vamos, que si les gusta la informática, se animen a empezar con esta carrera.

P:  ¿Por qué decidió estudiar una ingeniería?

R: En principio casi se podía suponer que era “lo normal”, dado que siempre me gustaron, cuando era estudiante, las asignaturas “de Ciencias”, y siempre se me dieron bien las Matemáticas, la Física, la Química, el Dibujo, etc.

Además, siempre me ha atrapado la idea de buscar soluciones a problemas, y en cierta medida, creo que eso es una buena parte de cualquier ingeniería: resolver problemas con los que se encuentra la sociedad, por difíciles que parezcan inicialmente.

P: No ha dejado de lado la parte humanística, consciente de que la Ciencia, la Tecnología y las Humanidades no son contrapuestas, sino complementarias, ¿cómo aborda esta situación?

R: Del mismo modo que he dicho antes que me gustaban las asignaturas “de Ciencias”, también me gustaban las demás. Siempre fui un lector compulsivo.  No creo que deban separarse estas disciplinas, pues unas se pueden beneficiar de las otras, en cualquier dirección.

Por ejemplo, entre mis líneas de trabajo e investigación actuales tengo varias en las que la combinación entre unas disciplinas y otras es fundamental: el periodismo de datos, por ejemplo, requiere combinar el buen hacer de los periodistas y los conocimientos técnicos de los informáticos, pero no sólo para que el informático implemente un sistema que usen los periodistas, sino también para transformar parte del modo de trabajo del periodista y ampliarlo con nuevas oportunidades. También colaboro con investigadores en Geografía, Documentación, Servicios Sociales, y Ciencias Sociales en general, en muchos de mis trabajos.

P: Nos encontramos con noticias en los medios de comunicación que nos informan, por un lado, del elevado nivel de paro que hay en España y, por otro, del hecho de que se queden sin cubrir puestos que requieren de una formación tecnológica. “No se encuentra talento digital, nos dicen” ¿Encuentra una explicación para esta situación contradictoria? ¿Cómo se podría explicar a los más jóvenes para que puedan orientar con acierto sus carreras estudiantiles y, por ende, profesionales?

R: Es cierto, y todos los estudios que se están realizando en todo el mundo, no sólo en España, nos indican que se necesitan y necesitarán muchos más trabajadores formados en tecnologías de los que se están formando. La transformación digital de todas las disciplinas está provocando esta situación, y en cierto modo, también me resulta complicado entender esta situación.

Soy consciente de que muchas ingenierías y, en general, las disciplinas con un fuerte componente tecnológico, demandan mucho esfuerzo en la época en la que uno es estudiante (sin desmerecer el esfuerzo que cualquier disciplina requiere, por supuesto), así como durante toda la vida, porque uno debe estar actualizado de manera permanente. Pero si alguien tiene vocación tecnológica, aunque sea sólo un poquito, yo le recomendaría ir por esta vía.

P: En resumen, ¿qué les diría a sus hijos si tuviera que ayudarles y orientarles al elegir sus estudios?

R: Es difícil pensarlo cuando son aún tan pequeños. Ambos tienen menos de diez años… Les diría que estudien aquello para lo cual tienen vocación. De hecho, mis dos hijos son muy diferentes y, de manera bastante clara, intuyo que uno tendrá una vocación más tecnológica/ingenieril y otro una vocación más artística.

Lo que recomendaría es que no se dejen dirigir únicamente, en su decisión, por la dificultad que puedan percibir sobre una disciplina, sea del tipo que sea. Si les gusta una ingeniería, los intentaré animar para que esa sea su elección de estudios universitarios. Pero siempre respetando su decisión y vocación.

P: ¿Qué habilidades van a necesitar los futuros trabajadores?

R: Como ya se describe en algunas noticias de este año, las habilidades tecnológicas serán clave en, casi, cualquier disciplina. Ya hemos hablado del periodismo de datos, o de los trabajos implementados con profesionales del mundo de las Ciencias Sociales. En todos estos casos, mis colegas o las personas a las que estoy formando y que proceden de ramas humanitarias, denotan la necesidad de estar “equipados” con habilidades técnicas básicas. Esto no quiere decir que los periodistas se tengan que convertir en programadores, por poner un ejemplo, porque no tiene sentido, pero sí que deben conocer bien las oportunidades que les brinda la tecnología para hacer mejor su trabajo.

La Universidad, la formación de las personas y la importancia del entorno personal

P:¿Cuál es el valor de la Universidad? ¿Qué valor ha tenido y tiene la Universidad, desde su punto de vista, en la formación de las personas?

R: El valor de la Universidad…. es grande. Yo agradezco haber podido estudiar en una universidad pública de calidad, como la Universidad Politécnica de Madrid, con becas anuales que  me permitían ocuparme de mis estudios y de seguir una formación continua. También mencioné, y reitero aquí la importancia de los programas oficiales de financiación que, durante el doctorado, me permitieron profundizar en mis conocimientos y conocer cómo se investiga en otros lugares del mundo, como la Universidad de Stanford, en California.

En ambos casos no puedo únicamente hablar de la adquisición de conocimientos sin más. Un buen ingeniero no sólo debe ser capaz de acumular todos los conocimientos que ha aprendido durante su formación, sino también de aplicarlos y superar las dificultades que encuentra en su camino. Debe ser capaz de explorar siempre nuevos caminos para llegar a la solución de los problemas que está afrontando. Al fin y al cabo, los ingenieros debemos encontrar soluciones a problemas, por muy difíciles que estos sean. Como decía Einstein, “No es muy importante que una persona aprenda datos. Para eso, en verdad, no necesita de una universidad. Puede encontrarlos en los libros. El valor de la educación universitaria no reside en el aprendizaje de muchos datos sino en capacitar la mente para que piense de manera que lo haga sobre aquello que no se encuentra en los textos.”

P: No queremos acabar la entrevista sin hablar de la familia, importantísima siempre para el desarrollo personal y profesional de las personas. ¿Qué parte ocupa la familia en su caso?

R: La familia debe ocupar siempre un espacio muy importante en nuestro desarrollo, no solo personal, sino también profesional. Por esa razón, en el discurso que pronuncié al recibir el premio en la Real Academia de Ingeniería, mi familia ocupó la parte más importante de los agradecimientos.

En primer lugar mis padres, por el gran esfuerzo que sé que realizaron desde que yo era pequeño para que estudiara, creando en casa el entorno perfecto en el que pudiera vivir sin preocuparme por mucho más que por estudiar. Para mí, poderles ofrecer este premio ha sido quizás una de las mayores satisfacciones de mi vida.

Y en segundo lugar mi mujer, que tanto me ha apoyado durante este camino y que tanto ha sacrificado también por ello, especialmente en los momentos en que tuve que irme a vivir fuera de España o durante los primeros años de vida de nuestros hijos, cuando su dedicación fue plena para ellos.