La UPM se alía con Oxfam Intermón para afrontar situaciones de emergencia alimentaria en África Occidental

Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid elaborarán proyectos que mejoren la eficiencia de la Reserva Regional de Seguridad Alimentaria, mecanismo de intervención rápida en casos de emergencia en África

16.10.2018

En el año 2013, la Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (CEDEAO) decidió crear formalmente la Reserva Regional de Seguridad Alimentaria (RRSA). Para la puesta en marcha de la Reserva Regional de Seguridad Alimentaria, la CEDEAO ha recibido el apoyo financiero de la Unión Europea. Las Reservas regionales son instrumentos multilaterales que permiten afrontar situaciones de emergencia alimentaria a países o regiones que de forma autónoma no podrían acometer.

El proyecto de Apoyo a la Reserva Regional de Seguridad Alimentaria de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) es una intervención de 56 millones de euros de la Unión Europea, que persigue: la constitución física de la reserva alimentaria (compra de grano); la mejora de los sistemas de información sobre cosechas y situación de los mercados; y el establecimiento de los mecanismos de gestión de la reserva y de toma de decisiones sobre su uso, siendo encomendada  la reserva a la recién creada Agencia Regional para la Alimentación y la Agricultura (ARAA) con sede en Lomé (Togo).

La Universidad Politécnica de Madrid (UPM) a través de dos de sus centros, Centro de Innovación en Tecnología y Desarrollo Humano (itdUPM) y Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales (CEIGRAM), con la colaboración de Oxfam Intermón, y un grupo de reconocidos consultores en seguridad alimentaria y nutricional, ha ganado desde entonces dos concursos de la Agencia Española para la Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID), a través de la cooperación delegada de la Unión Europea, para la “elaboración de un manual de capitalización de buenas prácticas y las directrices para la elaboración de planes de contingencia nacionales y regional” y “Servicio de Asistencia Técnica especializada para la revisión y/o elaboración de los planes de contingencia nacionales y regional en el marco del proyecto de Creación de la Reserva Regional de Seguridad Alimentaria en África Occidental”.

Sequía africana supone más de 7 millones de personas con hambre extrema durante dos meses

El objetivo de estos proyectos es apoyar a diecisiete países de África del oeste, la mayoría del África Subsahariana (los 15 países que forman la CEDEAO más Mauritania y Chad), en la revisión o elaboración de la conexión de sus planes de emergencia o de respuesta con la Reserva regional. Una región en la que entre marzo y mayo de 2018 presentó un cuadro con más de 7 millones de personas entre las fases de hambre de nivel 3 de crisis y el nivel máximo 5 de hambruna (Cadre Harmonisé, 2018), lo cual se traduce en que una importante parte de las poblaciones de estos países se encuentra actualmente en emergencia a nivel alimentario.  La sequía afectó una extensa zona en la región que abarca este proyecto, en concreto Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania, Níger y Senegal. Según Cáritas “es la peor crisis que se ha visto en la región desde 2012”. Esta situación ha hecho que se movilice la Reserva regional de acuerdo a las etapas previstas en los manuales elaborados por el consorcio liderado por la UPM. Por mencionar un ejemplo, durante el mes de agosto pasado la Reserva Regional movilizó 6,5 millones de kilogramos de cereales para Niger. Vale acotar que dicha crisis también ha movilizado al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas.

El plan de emergencia o de respuesta es un plan coyuntural que describe la estrategia desplegada en relación a una crisis concreta, y en un tiempo concreto. Además, con el fin de poder prever los supuestos según la naturaleza y envergadura de la crisis, que van a requerir la intervención de la Reserva Regional, es necesario que los países dispongan también de un plan de actuaciones para tales casos. En la práctica, el plan se elabora sobre la base de la subsidiariedad. Según la amplitud de la crisis y el número de personas a atender, se movilizan en primer lugar las instituciones y los agentes descentralizados, y después las instituciones nacionales. La Reserva Regional de Seguridad Alimentaria tiene dos componentes: un componente físico, a través de almacenes y silos de alimentos, y otro financiero, con recursos monetarios de fácil movilización en situación de emergencia. La reserva se movilizará cuando los recursos nacionales no puedan dar respuesta al evento que esté causando la falta de alimentos.

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El grupo liderado por la UPM ha realizado en una primera fase prospectiva con visitas y talleres en terreno. Dicha primera fase ha permitido una compilación de buenas prácticas y lecciones aprendidas en base a las experiencias de los sistemas nacionales de prevención y a la gestión de crisis de seguridad alimentarias y nutricionales en seis países de África occidental (Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal, Sierra Leona y Togo); elaborándose posteriormente una Nota metodológica para los países con el fin de crear un vínculo entre su plan de respuesta y la Reserva Regional de Seguridad Alimentaria de la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (CEDEAO), así como una herramienta metodológica para la elaboración de un plan regional de contingencia. El resultado de dicho trabajo fue presentado el mes de mayo pasado en un taller llevado a cabo en Dakar (Senegal). Las presentaciones del equipo UPM y OXFAM, junto con la contraparte de la Agencia Regional para la Alimentación y la Agricultura (ARAA) permitieron a los participantes conocer los procedimientos para acceder a la reserva, y también se pudo validar el funcionamiento de la reserva debido a la crisis de seguridad alimentaria actual. Al mismo tiempo, los debates durante las sesiones y en los grupos de trabajo permitieron desarrollar de manera conjunta un instrumento para vincular los planes nacionales y la Reserva regional, y en el caso de los países que no tienen planes acordar un mecanismo para acceder a la reserva regional.

Estos proyectos pretenden armonizar los criterios de puesta en marcha de las reservas nacionales y de la reserva regional, incluyendo la concertación entre los actores interesados en la financiación de las reservas a escala nacional y regional. Es fundamental también el apoyo a los países en la concepción y generalización de los planes de contingencia nacionales, sobre la base de una capitalización de las experiencias locales en materia de prevención y gestión de crisis alimentarias, así como el apoyo al ARAA para la concepción de un plan de contingencia regional, complementario a los planes nacionales. Este plan de contingencia regional es especialmente importante cuando se trata de las crisis graves que afectan simultáneamente a varios países de la región, como las vividas durante este año.

Como recuerda la FAO (2018) en su informe “El estado de los mercados de productos básicos agrícolas 2018”, los esfuerzos regionales con las reservas de alimentos de emergencia (en los que la Unión Europea está apoyando como en este caso) como la Reserva Regional de Seguridad Alimentaria de la CEDEAO pueden mitigar la incidencia de la hambruna. En ese mismo sentido se destaca que el trabajo colaborativo y regional puede mejorar la eficiencia y reducir los costes de mantener en funcionamiento las reservas nacionales. Además, recomienda la FAO conectar a estas reservas con los sistemas de alerta temprana de los riesgos climáticos o de precios relacionados con la producción de alimentos. No obstante, hay que seguir apostando por un desarrollo integral.

Este proyecto ha puesto de manifiesto que la Reserva física regional de alimentos no puede llegar a toda la región, pues no hay una adecuada infraestructura que permita alcanzar las zonas más alejadas y mal comunicadas, y al día de hoy la reserva financiera todavía es insuficiente para reducir el impacto de la crisis. Por ello, la conexión de los países debe llevarse a cabo desde la flexibilidad que los mecanismos, tanto para la reserva física como para la financiera, permitan en función de las características particulares de cada país (bien por su situación geográfica: países sahelianos o costeros, o por su dimensión humana y territorial), propiciando así los mecanismos de diálogo de los sistemas de emergencia nacionales con el regional, un compromiso con el que seguimos trabajando en este proyecto. La tarea no es sencilla, pero a medida que ha ido transcurriendo el proyecto se ha comprobado que con voluntad y trabajo bien direccionado los objetivos se van alcanzando y los diferentes actores entendiéndose cada vez más, algo esencial en este contexto.
Por otro lado, si bien es cierto que la concepción de la Reserva Regional está enmarcada dentro del esfuerzo por cumplir con el ODS 2: hambre cero en la región, para su óptima puesta en marcha es indispensable todo lo que el ODS 17 promueve en relación al tema de las alianzas.

Carlos G. H. Díaz-Ambrona, Hamid Antoine Yammine Izaguirre, Guendalina Pangrazio, Tilman Schwenk, Grupo de Sistemas Agrarios, Departamento de Producción Agraria, ETSIAAB, CEIGRAM, itdUPM; Esperanza Luque, CEIGRAM, ETSIAAB; Javier Mazorra, itdUPM; Gabriel Pons, Oxfam Intermon.

Proyectos financiados por la Agencia Española para la Cooperación Internacional al Desarrollo a través de fondos de la Unión Europea:

• Servicio de la elaboración de un manual de capitalización de buenas prácticas y las directrices para la elaboración de planes de contingencia nacionales y regional (julio 2017-mayo 2018)
• Servicio de Asistencia Técnica especializada para la revisión y/o elaboración de los planes de contingencia nacionales y regional en el marco del proyecto de Creación de la Reserva Regional de Seguridad Alimentaria (RRSA) en África Occidental (julio 2017-mayo 2019)