“Premio ACHE” a la innovación en el ámbito de la estructura

El proyecto “Reposición de las cubiertas de la catedral Nuestra Señora de los Remedios” en el que participa una profesora de la ETSI Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid, recibe un accésit.

24.07.2017

La Asociación Científico-Técnica del Hormigón Estructural (ACHE) ha otorgado el accésit del “Premio a la Mayor Innovación” a la obra “Reposición de Cubiertas de la Catedral de La Laguna2

En el proyecto, desarrollado entre los años 2011 y 2014 y dirigido por Peter Tanner de CESMA Ingenieros, han participado Antonia Pacios, profesora de la Unidad Docente de Construcciones Industriales de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid y David Revuelta y Pedro Carballosa del IETcc-CSIC.

La Catedral  

Con la excepción de la fachada neoclásica, la anterior catedral Nuestra Señora de los Remedios en La Laguna, severamente dañada, fue demolida y reconstruida entre los años 1905 y 1913, empleando una tecnología novedosa de la época, el hormigón armado, que aportó una mayor rapidez de construcción y una reducción del coste de ejecución. El precio que se pagó por estas ventajas fue el riesgo asociado al uso de un material poco conocido. Así, menos de cien años después de su reconstrucción, el avanzado estado de deterioro del templo, que ocupa un destacado lugar dentro del centro histórico de San Cristóbal de La Laguna, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, hizo necesario reponer nuevamente todas las cubiertas, conservando el resto del templo.

La reconstrucción arranca en la parte sana de las pilastras existentes, por debajo de los capiteles. La solución adoptada respeta la geometría de la catedral de 1913, mejorando tanto su apariencia al aproximar todas las proporciones a las áureas, así como las condiciones de ventilación e iluminación. Las nervaduras de las bóvedas de crucería y de la cúpula principal, propias del estilo neogótico del edificio, están ejecutadas en hormigón autocompactante con armaduras de fibra de vidrio y unidas monolíticamente con plementos que completan las cúpulas. Estas láminas de 8 cm de espesor están constituidas por hormigón autocompactante con fibras de polipropileno.

La innovación

Los principales procedimientos, técnicas y materiales innovadores que se han valorado para recibir al premio se han basado en la aplicación de métodos probabilistas de cálculo, en combinación con modelos de deterioro, permitió justificar la fiabilidad estructural para el período de servicio futuro. También a la utilización de tecnología B.I.M. que resultó imprescindible para compatibilizar las exigencias arquitectónicas, estructurales y de ejecución, a menudo contradictorias. A la vez, el modelo 3D constituyó la base inequívoca a efectos de análisis estructural, replanteo y control de la obra.

Por otra parte, los hormigones autocompactantes sin armadura metálica que no solamente son la base para evitar que se repitan los problemas de durabilidad en el futuro, sino, además, resultaron imprescindibles para la realización de la estructura espacial, geométricamente compleja. Además, el empleo de armaduras de fibra de vidrio, poco habitual en estructuras de edificación, que también contribuye a garantizar la durabilidad de la obra. Finalmente, la realización de un prototipo a escala real ha permitido optimizar materiales, procesos y medios auxiliares. Más que un gasto, su construcción ha sido una inversión, rentabilizada en la posterior obra.