Estudiantes, General

Rafael Álvarez: “Queremos implicar más a los alumnos en la Delegación”

Madrileño de 22 años, Rafael Álvarez es el nuevo Delegado de Alumnos de la UPM.  Estudiante del del Máster en Ingeniería Industrial en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales y graduado en Ingeniería de la Energía por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía , en la especialidad de Técnicas Energéticas, Rafael afronta su año de mandato al frente de la Delegación de Alumnos con un objetivo: conseguir que los alumnos de la UPM se impliquen más y conozcan mejor este órgano.

Para conseguir llevar a cabo su programa, Rafael cuenta con una gran experiencia en la Delegación, a la que lleva vinculado desde 20111, cuando comenzó a ser claustral. En el curso 2012/13 ejerció como subdelegado en la ETSI de Minas y Energía con el equipo de Alejandro Núñez. Asimismo, formó parte de la composición del anterior equipo de la Delegación en el que ocupaba el puesto de Subdelegado de Coordinación Interna, lo que le dota de más conocimientos para llevar a cabo sus objetivos para este año.

Pregunta: ¿Cuáles son los principales puntos de tu programa?

Respuesta: El programa con el que me presentaba a las elecciones cuenta con seis puntos. El primero de ellos hace referencia a la formación. Desde el anterior equipo de Delegación, del que yo formaba parte, teníamos la ilusión de que las siguientes generaciones de delegados fueran las mejor formadas de la historia. Por ello, empezamos a trabajar en este sentido poniendo en marcha planes formativos y organizando jornadas de trabajo y convivencias en diferentes lugares con las distintas delegaciones.

Otro de los puntos hace referencia a la comunicación. Queremos establecer una nueva estrategia para llegar más al alumno y que este sea más consciente de lo que es la Delegación y para qué sirve. Muchas nos encontramos con que somos unos grandes desconocidos e incluso se nos llega a percibir como enemigos. Es algo que, personalmente, no puedo entender. Creo que no nos entienden porque no nos conocen.

El tercer punto de nuestro programa es terminar el nuevo marco normativo de la Delegación. Nuestros estatutos, que databan de 1984, fueron reformados durante el mandato de Javier Olmeda, y en octubre se aprobaron por unanimidad en la Junta. Ahora toca seguir con esa labora y reformar el resto de reglamentos de la Delegación como el de régimen interno o el electoral.

El cuarto punto alude a la calidad docente. Cuatro años después de la implantación del Plan de Bolonia, ya hay graduados suficientes y es hora de mirar atrás y ayudar a los alumnos que están en la Comisión de Evaluación Docente. Hay que darles apoyo y velar porque se les tenga en cuenta. En este apartado es de especial importancia para nosotros el Plan Informativo sobre la actividad docente. Vamos a tratar de que funcionen por vía electrónica, garantizando el anonimato, para que se perciba como algo más útil y cercano.

La coordinación y comunicación interna con el resto de delegaciones de alumnos de la UPM son otras de las bases de nuestro programa. Una Delegación más fuerte beneficia a las delegaciones de centros y que estas sean eficaces es clave para el buen funcionamiento de la Delegación UPM. Queremos fomentar que nos conozcan. Como anterior subdelegado de coordinación interna, durante el mandato de Javier Olmeda he estado en constante contacto con las 22 delegaciones de centros y creo que hay que seguir trabajando en esta vía.

El último punto habla de la importancia de reforzar la Delegación de Alumnos de la UPM a nivel exterior. Si queremos influir a nivel estatal, las diferentes delegaciones de las universidades públicas debemos estar unidas y trabajar juntas en CREUP (Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas”) y CEUNE (Consejo de Estudiantes Universitarios del Estado Español). Solo así conseguiremos representar realmente a todos los universitarios y tener más competencia para transmitir nuestras inquietudes y propuestas. Yendo con ellos de la mano lograremos la influencia que queremos.

P: ¿Por dónde comenzaréis a trabajar?

R: Empezaremos con la formación porque era una labor que iniciamos con el anterior Delegado de Alumnos, y a la que solo tenemos que dar continuidad. Hay muchas cosas de este programa que heredamos del equipo Javier Olmeda, que ha hecho una labor excepcional. Es imposible construir un programa así de la nada, por lo que hemos tomado algunos de sus puntos y hemos añadido otros que nos parecen importantes. Mi intención es perseverar en todos los aspectos del programa que ya están en marcha e iniciar los demás.

P: ¿Cuándo quieres empezar a trabajar en el programa? ¿Qué plazos manejas?

R: Entramos en una etapa difícil porque solo contamos con una semana antes de Navidad y después comienzan los exámenes que, como estudiantes nos absorben mucho tiempo, por lo que contamos con un escaso margen para empezar a trabajar. Mi intención es tener todo funcionando para finales de febrero o principios de marzo y que para el verano la mayor parte del programa esté en marcha.

P: ¿Cómo se compagina el ser Delegado de Alumnos o formar parte de la Delegación con los estudios?

R: A veces resulta complicado, ya que el ritmo académico a veces nos dirige hacia unos ritmos de trabajo diferentes a los que a nosotros nos gustarían, más ahora con Bolonia, que impone una asistencia constante a clase. Hay profesores que apenas valoran nuestro papel en la Universidad y nos exigen condiciones que, aunque son legítimas, dificultan nuestra tarea. Por ello, se agradece mucho el papel de los profesores que, sin darnos privilegios ni favorecernos, nos dan facilidades para poder compaginar nuestra labor.

P: ¿Confiabas en ganar las elecciones?

R: Tenía esperanza porque  confiaba en el programa y el equipo que hay detrás. No es algo que haya preparado de un día para otro. Llevaba meses trabajando en ello y preparándome porque creía que era uno de los candidatos más idóneos. Quería saber si contaría con el apoyo mayoritario de la gente y cuando vi que había muchas personas que creían en este proyecto empecé a tener más confianza en las posibilidades de salir elegido. Cuando ves que la gente te apoya te sientes más fuerte y creo que es algo que se ha percibido. La Junta ha confiado en mi programa y en mi experiencia.

P: Hablabas de que muchos alumnos aún no os perciben como un apoyo. ¿Qué crees que falla?

R: Creo que hay dos problemas fundamentales. El primero es que hay muchos alumnos que, como sucede a nivel estatal, no están implicados con el gobierno de la Universidad, como también hay ciudadanos que no lo están en el gobierno del país. Esto se manifiesta en la abstención que hay en las elecciones que es algo que también afrontamos en la Delegación. Hay muchos estudiantes no saben que pueden participar en las elecciones y otros muchos que, aun sabiendo que pueden tomar parte en el proceso, no encuentran un hueco para hacerlo o no están suficientemente interesados para hacerlo. Esto es respetable, pero triste para un representante.

Otro problema radica en que las nuevas exigencias diarias que impone el Plan de Estudios de Bolonia hace que a muchos estudiantes no les quede tiempo para implicarse más en las actividades y el día a día de la Delegación. Es una realidad.

Todo ello da como resultado una participación en las votaciones de solo un 20% del censo y con solo un 1% de alumnos que se implican de forma activa en el día a día de la Delegación y que quiere estar aquí. No espero porcentajes utópicos ni milagros, pero sí quiero luchar por subir esos porcentajes porque creo que hay un nicho de personas a las que, si llegamos, responderán bien.

P: ¿Tienes ya previsto tu equipo de Gobierno?

R: Sí. Lo tengo bastante formado y lo quiero presentar en la próxima Junta. Está la gente que desde un inicio confió en mí y creyó en esta línea de actuación. Yo soy la cabeza más visible, pero este es un proyecto de mucha gente y en el que voy a contar con personas de gran experiencia.