Miguel Yael Pereda, egresado de la ETSI Aeronáuticos de la UPM, logra la segunda plaza en el Campeonato de España de Vuelo a Vela 2015.
Miguel Yael Pereda, ingeniero aeronáutico titulado por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), finalizó sus estudios en la ETSI Aeronáuticos en 2014 en la intensificación de Aeronaves. Apasionado del vuelo, encuentra en el vuelo a vela o vuelo sin motor con planeadores, un deporte que le ofrece la posibilidad de “volar tan lejos y tan rápido como sus propias habilidades y la meteorología permitan”.
Acaba de participar en el XLVII Campeonato de España de Vuelo a Vela, organizado por el Aeroclub de Ocaña y ha sido el segundo clasificado de la categoría Club, la clase con aviones más antiguos o de menores prestaciones. Una semana de competición con diferentes pruebas en las que fue ascendiendo posiciones hasta ganar la prueba del último día. “Cada vuelo es una aventura distinta de la anterior. Hay muchos factores que hay que juzgar muy rápido, tomar una buena decisión te lleva a acabar la prueba o a aterriza en un barbecho”, explica Miguel Yael. Eso también es una ventaja a la hora de elegir este deporte, pues “durante el vuelo hay muy poco tiempo para pensar en otras cosas, el mundo de ahí abajo se olvida por completo”.
Con sólo 24 años ya ha ganado este campeonato. Fue en la edición anterior, y ahora vuelve a subir al podio, en el segundo lugar. También ha ganado la EuregioCup 2013, un campeonato regional de Nordrhein-Westfalen (Alemania) donde vive hace tres años. Además, en todas las competiciones se ha premiado su juventud con algún trofeo “extra”.
Miguel Yael escribe la crónica de su participación en el Campeonato de España de Vuelo a Vela 2015, donde recoge las impresiones que tuvo en un año “muy competitivo y ajustado” y relata cómo fue cada día de la competición. Pero antes, anima a los estudiantes a practicar el vuelo sin motor. La Universidad Politécnica de Madrid cuenta con un Club de Vuelo, el cual presidió Miguel Yael durante tres años, y que ofrece a los alumnos además de adentrarse en este deporte, sacar la licencia de piloto de planeador. “Hay dos aviones, un biplaza y un monoplaza disponibles para los compañeros y las tasas son muy económicas”, reconoce.
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