Aprendiz de Ingeniero 2015

En la Feria: “Agua, ese líquido mágico”

El agua, ese líquido con el que nos bañamos o que calma nuestra sed y que creemos conocer, entraña propiedades químicas que se descubren en la II Feria “Aprendiz de Ingeniero” de la UPM.

En el taller “La Magia del Agua” de la II Feria “Aprendiz de Ingeniero” de la Universidad Politécnica de Madrid los estudiantes de secundaria ven como el agua en un vaso invertido no se derrama, o como un vaso lleno de agua hasta el borde no rebosa al introducir monedas en su interior o como un clip flota en un plato con el citado líquido. Estos dos últimos experimentos son ejemplos del fundamento científico llamado tensión superficial, la tendencia que las moléculas del agua tienen a permanecer unidas (cohesión) y que es de mayor intensidad en la superficie del agua, formando una especie de piel o capa elástica.

En el caso del agua que no cae, los estudiantes llenan un vaso, colocan una cartulina en el borde, le dan la vuelta y retiran la mano que sujeta la cartulina. Entonces, se obra la magia: la cartulina queda “pegada” al vaso y el agua no se escapa. Magia que no es tal, sino que se trata de un truco científico fruto del efecto de la presión atmosférica. Sobre la cartulina hay dos fuerzas opuestas: la fuerza que ejerce el agua y la fuerza que ejerce el aire que rodea el vaso. La fuerza que ejerce el agua es menor que la fuerza que ejerce la presión atmosférica sobre la cartulina y por eso que el agua no cae.

También les proponen observar algunos de las cosas que ocurren en su día a día y que tienen su origen en propiedades de los líquidos como la capilaridad. ¿Por qué la leche sube por la galleta cuando mojamos una parte de ella?, ¿por qué se tiñen los pétalos de una flor cuando se añade tinte de un determinado color al agua del florero?, ¿por qué el agua asciende por la pernera de los vaqueros cuando llueve? El agua puede “ir cuesta arriba”, en contra de la gravedad, por esa capilaridad, igualmente relacionada con el concepto de tensión superficial. Aunque esto parece ajeno a la tecnología, el estudio de estos efectos por los ingenieros ha permitido, por ejemplo, mejorar la forma en que los astronautas pueden beber en ausencia de gravedad. Se ha creado un vaso con forma de lágrima para que tomen líquidos sin necesidad de tener que “cazar” las gotas mientras flotan en el espacio.

Aprender de una forma lúdica es uno de los objetivos de la Feria de Ingeniería y Arquitectura de la UPM. Mostrar que la ciencia es divertida y que la formación que reciben los ingenieros sirve para explicar fenómenos cotidianos. Este propósito lo comparte todo el equipo que ha organizado el taller, pues “lo que más les gusta a los jóvenes es implicarse activamente en el experimento, que sea lo más interactivo posible, que puedan manipular el material”, subraya la catedrática de la ETSI Aeronáutica y del Espacio Rosa Masegosa.