Investigación

“Cuesta imaginar un mundo sin los avances tecnológicos que tenemos”

Alejandro Rodríguez, premio a la Proyección Investigadora de la UPM, nos habla de su trayectoria, centrada fundamentalmente en la informática médica y de los retos que aún quedan por afrontar en este campo.

Seguidor de la serie House, el profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Informáticos de la Universidad Politécnica de Madrid, Alejandro Rodríguez, no se imaginaba que su pasión por los diagnósticos diferenciales le llevaría a especializarse en informática médica. Sus trabajos en este campo desde el Centro de Tecnología Biomédica de la UPM y al frente del grupo “Health and Medical Data Analytics” del EIT Health, la rama especializada en Salud del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, le han valido el premio a la proyección investigadora de la UPM.

De este galardón asegura que es una recompensa al trabajo y el esfuerzo en un momento en el que “el desarrollo profesional en la carrera investigadora se hace cada vez más cuesta arriba” por las complicaciones que ha habido en los últimos años en términos de financiación y posibilidades de investigación”.

Pregunta.- Tienes un máster en Inteligencia Artificial y otro en Informática Aplicada a la toma de decisiones. ¿Qué destacarías de cada una de estas disciplinas? ¿Qué te atrajo de ellas?

Respuesta.- La inteligencia artificial siempre ha estado ahí, a pesar de que últimamente esté cada vez más de moda, y ha sido para mí siempre un campo muy atractivo. Creo que la inteligencia artificial está proporcionando grandes avances en multitud de campos que de otra forma no sería posible y esto es algo digno de destacar, pues precisamente ese incremento en la popularidad del término ha dado lugar a multitud de nuevas ideas, empresas, sectores profesionales, etc.

Creo que, cuando empecé, me cautivo la idea de poder crear un elemento artificial que pudiera tener su propia identidad. En lo que respecta a la toma de decisiones, para mí fue un complemento precisamente al máster de inteligencia artificial, ya que la toma de decisiones en determinados ámbitos (como el médico, al que me dedico principalmente) está influenciado por diversos factores, y poder analizar y trabajar con dichos factores de forma adecuada era necesario para completar mi formación. La toma de decisiones es aplicable a gran cantidad de dominios y por lo tanto creo que su potencial es enorme.

P.- Tu carrera ha estado muy vinculada a la informática médica. ¿Qué fue lo que te llevó a especializarte en este campo? ¿Cuáles son los principales retos que plantea?

R.- Pues, aunque suene un poco de broma empecé por la serie “House”. Me fascinaba esa serie y el proceso que el protagonista realizaba en cada capítulo: el del diagnóstico diferencial. Estando por aquel entonces estudiando la carrera de informática pensé: ¿y esto no se podría programar o automatizar? Mi proyecto fin de carrera consistió en desarrollar un sistema de diagnóstico basándome en una tecnología que, para mí, por aquel entonces era desconocida (la Web Semántica), y que me introdujo aún más en el campo de la inteligencia artificial por todo lo que aprendí por entonces y que completé con los máster. Desde entonces la medicina para mi empezó a provocar una gran atracción y sentí una irrefrenable pasión por aplicar mis conocimientos como informático a este campo.

A nivel de retos, hay muchos, gran parte de ellos relacionados con la gestión de la información, ya que hoy en día uno de los principales problemas son los propios datos: su acceso, su posibilidad de ser procesados, los retos asociados a la privacidad, etc. Además, cada vez surgen nuevas áreas, retos y posibilidades en este campo que siempre son desafiantes.

P.- El Big Data nos permite manejar un gran volumen de datos y organizarlos de manera que podamos extraer de ellos una gran cantidad de información. La medicina y más en concreto la genómica es un ámbito que puede beneficiarse mucho de su aplicación. ¿Crees que llegará un momento en que la información del genoma de una persona será accesible para los profesionales médicos desde cualquier consulta gracias a la aplicación del Big Data?

R.- La verdad que este es un tema delicado, pero casi más por los problemas relativos a la privacidad que por cuestiones tecnológicas. Hoy en día en cuanto a términos de almacenamiento y acceso a grandes cantidades datos estos problemas están relativamente solventados, pero creo que uno de los principales problemas es quien accede a que información, en que contexto, con que objetivo, etc.
No obstante, quitando esos posibles obstáculos, creo que será una realidad, sobre todo cuando el abaratamiento de estas técnicas haga posible que se introduzcan en la práctica diaria, de tal forma que la información del genoma de un paciente en particular pueda ser parte del propio historial clínico del mismo y se pueda aprovechar su análisis.

P.- Por todo lo que hemos comentado hasta ahora, informática y medicina están cada vez más relacionadas. ¿Se puede entender ahora mismo la investigación en medicina sin la colaboración estrecha con la informática y el apoyo que esta le puede brindar?

R.- Bueno, creo que la investigación propiamente en medicina ha avanzado por si sola sin la necesidad de la informática en su momento (como otras ciencias), pero está claro que hoy en día la informática es una herramienta necesaria casi para cualquier dominio. De hecho, hoy en día casi cuesta imaginar un mundo sin los avances tecnológicos que tenemos, y más aún en el campo de la informática y las telecomunicaciones.

P.- Como joven investigador, ¿cómo ves la situación actual de la  I+D+i en nuestro país?

R.- Sinceramente la veo bastante complicada. Desde mi perspectiva hay muchos problemas. Las convocatorias reducen los presupuestos y/o el número de proyectos a conceder. Las cuantías que se conceden, en ocasiones, son insuficientes para una correcta ejecución de los proyectos. Los plazos de convocatoria son a veces demasiado largos y las convocatorias se retrasan de tal forma que a veces, directamente, se pierden algunas. Luego, los plazos propios una vez la convocatoria se ha lanzado son a veces demasiado cortos, o con periodos vacacionales o similares entre medias, donde las instituciones apenas funcionan.

A nivel de investigación para jóvenes, las oportunidades son pocas (apenas hay convocatorias que fomenten los proyectos de jóvenes investigadores), lo cual complica el desarrollo profesional de los más jóvenes ya que muchas veces deben competir con investigadores mucho más senior con una trayectoria mucho mayor, lo cual hace difícil una competencia en igualdad de condiciones.

P.-Desde la UPM se hace mucho hincapié en la necesidad de tener un buen currículo investigador, como vía para transferir conocimiento e innovación a la sociedad. ¿Cómo valoras el papel de nuestra universidad en investigación?

R.- Si no me fallan los números la UPM es la universidad técnica con más proyectos europeos de España, lo cual demuestra la clara apuesta de la universidad por la investigación. Además, la universidad dispone de gran cantidad de iniciativas para la formación de los investigadores y potenciar su participación en diferentes convocatorias de investigación, tanto a nivel nacional como europeo y ofrece financiaciones específicas para incrementar precisamente esa participación en iniciativas de investigación. Esto es sin duda algo muy destacable pues permite mejorar el currículo investigador de su personal.

P.- Preocupa especialmente la falta de universidades españolas en los primeros puestos de los rankings internacionales. Has impartido docencia e investigas en una universidad pública como es la UPM. Desde tu experiencia, ¿a qué crees que se debe esto desde el punto de vista tanto de la formación como de la investigación? ¿Cómo podría revertirse?

R.- La labor del profesor de universidad en España en general se basa en 3 pilares: docencia, investigación y gestión. El problema es que la cantidad de horas que un profesor tiene al fin y al cabo es limitada y la cantidad de tareas que hay que hacer a veces es demasiado alta, lo que al final puede repercutir en sacrificar la calidad de alguno de esos pilares. Por otra parte, en términos de investigación, durante la etapa doctoral y post-doctoral uno se va formando poco a poco en la investigación hasta adquirir una cierta madurez, conocimiento y metodología. Sin embargo, en la docencia, la formación es más limitada. La forma de acceder a un puesto de profesor de universidad en España se puede realizar por varias vías, y no todas implican poseer una formación que capacite adecuadamente para ejercer la docencia de la mejor forma, lo cual creo que puede afectar a aspectos como la calidad docente.

Mi opinión es que para revertirlo sería necesario dotar a los profesores de más recursos. Las tareas de gestión de proyectos a veces son abrumadoras y requieren que los investigadores inviertan una cantidad exagerada de tiempo en muchas tareas administrativas y burocráticas que no emplean en investigar o en la adecuada preparación de sus clases. En el ámbito docente, una mejor formación de los investigadores también ayudaría a mejorar este aspecto. Para finalizar no debemos olvidar que, en relación con una de las preguntas anteriores, la capacidad de poder obtener financiación en condiciones adecuadas y poder ejecutar los proyectos de igual manera también es un aspecto importante para una mejora global en los rankings.

P.- ¿Cómo valoras el descenso actual de vocaciones tecnológicas entre los jóvenes,  que puede tener como consecuencia la escasez de técnicos en un futuro? ¿Dónde cree que están las causas?

R.- Es posible que el auge de nuevas carreras o especialidades más focalizadas en áreas más multidisciplinares (ingeniería biomédica, biotecnología, etc.) haya provocado una mayor atracción hacia este tipo de disciplinas, reduciéndose las más clásicas. También, los años de crisis y el encarecimiento de las tasas han provocado una bajada generalizada en el número de matriculados (no solo en las carreras técnicas), lo cual se nota.

No obstante, la popularidad que precisamente están teniendo de nuevo áreas como la inteligencia artificial o el ya mencionado Big Data está haciendo que en titulaciones como informática por ejemplo el número de matriculaciones haya vuelto a subir.

P.-Se habla mucho de la fuga de cerebros al extranjero. ¿Cree que la alarma está justificada?
R.- Creo que es una realidad. Conozco muchos compañeros que de una forma u otra han tenido que verse obligados a irse al extranjero. Gente con currículos excepcionales y muy trabajadora que el sistema actual no ha sido capaz (o no ha querido) absorber. Es un problema existente, que no se debe tomar a la ligera. Creo que no tiene sentido que una persona reciba facilidades para su formación durante casi todas las etapas hasta doctorarse, y luego, el sistema no sea capaz de retener ese talento en el que ha invertido gran cantidad de recursos. Es necesario revisar porque está ocurriendo esto y la forma de solventarlo.

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