Apertura oficial del curso académico

Una oferta de titulaciones de grado y posgrado adaptada a las necesidades sociales, el impulso por la investigación, la excelencia y la internacionalización, caracterizan el nuevo curso.

01.10.10

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La Universidad Politécnica de Madrid inicia el curso 2010-2011, marcado por la puesta en marcha de un nuevo modelo para las enseñanzas técnicas y para el acceso a sus profesiones reguladas, por el aumento de la actividad científica y sus recursos y su transformación hacia una universidad más internacionalizada.

RectorEstos son algunos de los rasgos que caracterizarán el año académico en la UPM, según explicó su rector, Javier Uceda, en la inauguración oficial del curso. El nuevo modelo, “una nueva manera de concebir las enseñanzas técnicas”, indicó, fija la duración del grado en cuatro años y 240 créditos ECTS, y ha obtenido “excelentes resultados en términos de demanda en la UPM”, con un crecimiento de más del 10% en el número de matriculaciones.

También se han visto incrementadas las cifras de preinscripción y matriculación de los nuevos másteres universitarios que imparten todas las Escuelas y Facultades de la UPM. Como ejemplo de esta capacidad de adaptación a la hora de diseñar los estudios universitarios, el rector de la UPM citó la creación de las nuevas Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio y la Escuela de Ingeniería Forestal y del Medio Natural.

En el ámbito educativo, la UPM se encuentra en la “fase final de la preparación de un nuevo modelo”, centrado en el estudiante, con una clara orientación internacional, interesado en su éxito académico, abierto a la sociedad, comprometido con la búsqueda de la eficiencia y la calidad, y comprometido con sus egresados.

Ya se ha avanzado en estos objetivos, pues al menos un 25% de sus graduados cuenta con una experiencia internacional, crece de manera significativa la lectura de tesis doctorales y se incrementan las becas homologadas de formación de personal investigador.

También destacó el profesor Uceda la obtención de la calificación de Campus de Excelencia Internacional para el Campus de Moncloa, en alianza con la Universidad Complutense, a lo que se suma la calificación de Campus de Excelencia prometedor para la propuesta del Campus de Montegancedo. Son dos iniciativas que, junto a la creación del Parque Científico y Tecnológico de la UPM, “han generado, generan y generarán” un gran dinamismo en la Universidad, explicó Uceda. Los permanentes cambios sociales obligan a la Universidad a tener capacidad de adaptación, “creándose en los colectivos universitarios un fuerte dinamismo social”, subrayó.

En este contexto, el reto de la universidad española y, por tanto, el de la UPM, es construir sobre las bases actuales una Universidad de más calidad, mucho más internacionalizada, en la que sea posible la diferenciación, la especialización y la búsqueda de la excelencia por una vía específica.

Profesores y estudiantes, actores principales de la calidad en la educación

MichavilaCatedrático y director de la Cátedra UNESCO de Gestión y Política Universitaria de la UPM, Francisco Michavila dictó la lección inaugural del curso con el título de “Para ser una universidad de excelencia no basta con desearlo”. Desde esa idea, analizó los cambios a los que se enfrenta la universidad, derivados del proceso de construcción del Espacio Europeo de Educación Superior, que no “deben limitarse a la renovación de la oferta académica”, pues cuestiones como la internacionalización, la cooperación con la industria o la atención a las expectativas ciudadanas, “también esperan su turno”.

Para el profesor Michavila, una universidad que “desea ser excelente” debe estar centrada en el estudiante, interesada en el éxito educativo, internacional, eficiente y de calidad, comprometida con sus egresados y abierta a la sociedad. Además, “profesores y alumnos son los actores principales en la mejora de la educación universitaria”, consideró.

La universidad debe impulsar una educación activa y práctica

El modelo educativo propuesto también debe poner el foco en la empleabilidad, la formación de ciudadanos y el contacto permanente con los titulados. Estos principios cobran especial relevancia entre las universidades tecnológicas, diferenciadas por el carácter práctico de los estudios, el valor social de su actividad y su contribución al progreso social y el crecimiento de la riqueza colectiva, aseguró el profesor Michavila,

La Universidad Politécnica de Madrid es una de esas universidades tecnológicas, pero no una más, subrayó. Su historia y resultados actuales la posicionan de manera destacada, como “referente para los estudios técnicos y las actividades investigadoras en estas materias”. “Ambición, pasión y mayor sinergia entre centros”, concluyó Francisco Michavila, son aspectos clave para que la UPM avance, de forma decidida, hacia el objetivo de la excelencia académica.

Medalla para docentes, investigadores y pas

Acompañaron a Javier Uceda en la apertura del curso, Gonzalo León, Emilio Mínguez y Carlos Conde, vicerrectores de Investigación, Gestión Académica y Profesorado, y Ordenación Académica y Planificación Estrátegica, respectivamente. En la ceremonia tomaron posesión los 21 profesores de nueva incorporación a la UPM. También se hizo entrega de la Medalla de la UPM al personal docente e investigador y de administración y servicios con más de veinticinco años de trabajo en la institución.

Con anterioridad, la secretaria general de la Universidad Politécnica de Madrid, Cristina Pérez, leyó la memoria del curso académico 2009-2010.

Galería de Honoris Causa

Galería de Honoris CausaPreviamente al acto académico, Javier Uceda inauguró la Galería de los Honoris Causa, en la que se exhiben los retratos fotográficos de las cincuenta y una personalidades que han recibido esta distinción en la UPM. Desde el año 1971, fecha de creación de la universidad, científicos e intelectuales de todo el mundo, de ellos once españoles, han recibido este doctorado.

Premios Nobel de Física como Mossbauer (1961), Basov (1964),), Karl Müller (1987) o Alferov (2000); de la Paz, como Norman Borlaug (1970) o Elbaradei (2005); o los premios Príncipe de Asturias de Ciencia y Tecnología Berners-Lee y Vinton Cerf (2009), se unen al ex presidente Adolfo Suárez, investido en 1998, o al ex presidente del COI, Samaranch (1990). También el arquitecto Félix Candela (1994), el profesor Grande Covian, en 1984, o la bioquímica Margarita Salas, que recibió su investidura en 2000, entre otras personalidades, cuentan con este alto reconocimiento a su actividad.

También queda constancia de ellos en el libro “Doctores Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Madrid. 1973-2010”, editado con motivo de esta inauguración.