Las Unidades de Calidad debaten la renovación de la acreditación

Distintas universidades valoran su participación en la experiencia piloto del programa Acredita de ANECA en la Universidad de La Rioja.

04.06.14

Durante los pasados días 22 y 23 de mayo, en el seno del encuentro anual de Unidades de Calidad de las universidades españolas, celebrado en la Universidad de La Rioja, las universidades que habían tomado parte en el proyecto piloto del programa Acredita, de la Agencia Nacional de Evaluación, Calidad y Acreditación (ANECA), plantearon un intercambio de experiencias y reflexiones sobre el proceso de renovación de la acreditación de las titulaciones adaptadas a Bolonia.

Se celebraron dos mesas redondas centradas en diversos aspectos tanto del proceso de renovación como de los previos de verificación y seguimiento de titulaciones. La idea fundamental era que universidades que han vivido los procesos a través de las distintas agencias regionales de calidad pusieran en común sus experiencias. Una de las mesas se centró en las técnicas y herramientas utilizadas en el proceso, mientras que la otra se ocupó fundamentalmente de las visitas externas. La tercera parte de las jornadas consistió en lo que se denominó “Acredita Market”, una especie de mercadillo en el que las unidades de calidad debían vender y comprar buenas prácticas en la renovación de la acreditación, en un intento de contrastar puntos fuertes y débiles del proceso.

Con carácter previo a la celebración de estas jornadas, las universidades madrileñas se reunieron en la Escuela Politécnica Superior de la Universidad CEU San Pablo para consensuar un documento que posteriormente Montserrat Cabello, representante de la UTC de la citada universidad, llevaría a las jornadas de Logroño, como participante en una de las mesas de discusión. El documento, en el que también se tomó en cuenta los anteriores procesos de verificación y seguimiento de las titulaciones, recogía un análisis DAFO de todo el ciclo.

Como aspectos fundamentales de la visión de las universidades madrileñas, se destacó que el proceso de acreditación permitía a las universidades consolidar procesos internos de evaluación y mejora continua, al tiempo que favorecía la implicación de los órganos de gobierno y del personal. En la parte negativa se incidió, entre otras cosas, en la excesiva burocratización del proceso, así como en la existencia de criterios dispares entre la acreditación nacional y la internacional.

Otra consecuencia de todo el proceso de reflexión y análisis fue el ofrecimiento de las universidades de Madrid para incrementar la colaboración con la Agencia de Calidad, Acreditación y Prospectiva (ACAP) y su decidido apoyo a la labor que la agencia regional ha venido realizando en los últimos años.