Campo Baeza ingresa en la Real Academia de Bellas Artes

El catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid ingresa como miembro numerario por la Sección de Arquitectura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

01.12.14

“Buscar denodadamente la belleza” es el título del discurso que Alberto Campo Baeza pronunció en la ceremonia de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Una búsqueda que para este arquitecto y catedrático de Proyectos de la Escuela Técnica Superior de de Arquitectura de Madrid  (ETSAM) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), también ha sido y es una referencia en su vida.  

BaezaCampo Baeza, fue elegido miembro numerario por la Sección de Arquitectura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando el pasado 24 de febrero, a propuesta de los académicos Francisco Calvo Serraller, Alfredo Pérez de  Armiñán y Tomás Marco, según informa la institución.

Dio respuesta a su discurso de ingreso en la Academia el escultor y arquitecto Juan Bordes, en nombre de la institución.

En su intervención, el profesor de la ETSAM analizó el concepto de belleza en el pensamiento creativo de algunos grandes artistas y escritores, para aplicarlo a su idea de la arquitectura. El cumplimiento de la función y el ordenamiento del espacio por medio de la construcción son, a su juicio, los pilares imprescindibles para acceder a la belleza.

Como eje de su discurso, Campo Baeza planteó la arquitectura como “idea construida”, reivindicándola como un producto del pensamiento. Tres son las tres características que Campo Baeza entiende como propias de toda arquitectura que participe de la ansiada aspiración a la belleza: el carácter investigador, la precisión poética y la capacidad de trascender.

Búsqueda denodada de la belleza

En su intervención, Campo Baeza también hizo mención de algunos edificios referenciales que en la historia de la arquitectura han materializado la belleza funcional y constructiva, en particular, el Panteón de Roma, la Alhambra de Granada y el mítico Pabellón de Barcelona, tres ejemplos con capacidad para suspender el tiempo. Además, abordó el anhelo de belleza en tres nombres fundamentales de la arquitectura contemporánea: Mies van der Rohe, Le Corbusier y Frank Lloyd Wright.

Su discurso concluyó definiendo el límite de la belleza en sus planteamientos arquitectónicos de la mano de Keats: “La belleza es la verdad, la verdad la belleza, esto es todo lo que sabemos en la tierra, y lo único que necesitamos saber”.

Campo Baeza fue rotundo en su intervención acerca de su búsqueda de la belleza,  con “denuedo”, con “ahínco”, “desesperadamente”. “He buscado y busco y buscaré la belleza hasta morir o hasta matarla”. Así cerró su discurso en el que no faltaron dedicatorias familiares, a su abuelo, arquitecto y referente para él, a su padre, longevo y recientemente fallecido, a su madre, a los arquitectos que antes que él tuvieron la Medalla nº 38 de la Academia que ahora él recoge, o a los que considera sus maestros como Carvajal, Sáenz de Oíza, de la Sota y Fisac.

En la ceremonia de ingreso en la Academia, Campo Baeza, que desde 1986 ocupa la cátedra de Proyectos de la ETSAM, estuvo acompañado por muchos de sus alumnos y también por profesores de la ETSAM. Entre ellos Luis Maldonado, director de la Escuela, o el catedrático Manuel Blanco, quien destaca del nuevo académico que “ha sido capaz de extraer de nuestro imaginario, y de construir soluciones que conectan con lo arquetípico, que conectan con lo que soñamos que la Arquitectura debe ser. Porque es capaz de hacer que la idea sea construida, de reflexionar y escribir sobre ella y de enseñar cómo se hace.”

Reconocimiento internacional

La obra de Campo Baeza ha alcanzado un reconocimiento internacional. Su trabajo se ha visto en Chicago, Nueva York, Vicenza, Estambul, Tokio, Atenas, Roma y Moscú, entre otros lugares.

También es internacional su docencia, pues ha impartido enseñanza en la ETH de Zúrich y la EPFL de Lausana, así como en la University of Pennsylvania, PENN de Filadelfia, Bauhaus de Weimar, Kansas State University, CUA University of Washington, y en las universidades de Dublín, Nápoles, Virginia y Copenhague. En 2003 y 2011 estuvo como investigador en la Universidad de Columbia en Nueva York.

Es extensa la relación de galardones recibidos. En  2009 fue distinguido con el Premio Torroja de Caja Granada y el premio de la Bienal de Buenos Aires. En 2010 fue finalista en los premios FAD, y en 2011 fue nombrado miembro de honor por el Colegio de Arquitectos de Cádiz.

Nominado en 2012 al Premio Mies van der Rohe por el Edificio de oficinas para la Junta de Castilla y León en Zamora. Ese año también recibió el Premio a la Excelencia Docente de la Universidad Politécnica de Madrid. En 2013 fue distinguido con el Arnold W. Brunner Memorial Prize de la American Academy of Arts and Letters, la Heinrich Tessenow Gold Medal de la Universidad de Hamburgo y el International Award Architecture in Stone de Verona.