|
Descripción
|
|
|---|---|
| Pietro Masturzo ganó el World Press Photo de 2010 con una fotografía, ?From the Rooftops of Tehran?, que había quedado oculta en su momento bajo toda la producción informativa que siguió las protestas civiles que acompañaron los resultados electorales en Irán en junio de 2009. Mientras el centro de la noticia parecía ser el uso de las redes sociales como nuevo espacio de la protesta civil la foto de Masturzo quedaba relegada al olvido. Durante los primeros días Masturzo cubrió las manifestaciones y movimientos que se producían en las calles, pero fue detenido y todas sus fotografías confiscadas. Ante dicha situación no le quedó otra opción que refugiarse en las casas de los estudiantes y miembros de la oposición que le acogieron. Así, por casualidad o necesidad, descubrió que con él también habían tenido que refugiarse las voces de la ciudadanía que en las calles de la ciudad eran acalladas por la violencia de estado. Se desplegó ante su mirada una ciudad desconocida con el potencial de albergar y despertar la voz de una multitud que cada noche dibujaba un paisaje sonoro incomparable: ?Las siluetas de las cuatro chicas sobre la terraza parecen sombras de teatro chino. Son muy jóvenes. Pero cualquier atisbo de fragilidad desaparece cuando a eso de las nueve y media de la noche entonan a coro el Allah-u akbar y el Morg dar diktator (Dios es el más grande y Muerte al dictador), como hace 30 años hicieran sus padres para librarse de la tiranía del sha. Enseguida, desde un edificio cercano, una potente voz masculina secundada por las más aflautadas de dos o tres chavales, tal vez un padre y sus hijos, responden repitiendo las consignas. Como si se hubieran puesto de acuerdo en el guión, otros vecinos se van sumando. Por las ventanas de las escaleras iluminadas se aprecian sus siluetas subiendo apresuradas hacia las azoteas. A las diez, no falla, alguien une un trombón a la protesta.? (Espinosa, A., ?La fractura de Irán?, publicado en El País Domingo, 21/06/2009) Este acontecimiento, retratado a través de esa incomparable fotografía, muestra tan sólo un síntoma, la sociedad ha perdido su horizonte de acción común al haber sido expropiada de su lugar por excelencia: el espacio público de las calles ha dejado de ser suyo para convertirse en propiedad de un estado que acalla sus voces a través de formas directas e indirectas de violencia. Pero ante esto, no son las redes sociales las que priman, es el descubrimiento del espacio común de la ciudad. Esa expropiación viene de lejos, desde la construcción de la organización moderna del estado, y por extensión, de sus espacios. Se hace urgente cuestionar nuestra idealización de lo público, poner en crisis la díada (que ha terminado deviniendo trascendental) público/privado sobre la cual se ha trabajado en la construcción del espacio occidental en los últimos tiempos. Del reconocimiento de una espacialidad propia a la producción de una espacialidad común. Comprender el alcance de realizar una inversión entre la comprensión del espacio como albergador de una actividad, que lleva fácilmente a simplificaciones sobre la función y la consecuente invisibilidad de la acción del cuerpo en el espacio, para primar el reconocimiento de un movimiento que va de la acción, vinculada con el cuerpo a través del gesto, a la generación del espacio. Se trata del reconocimiento de la espacialidad propia de cada cuerpo para comprender el paso a una situación de producción compartida de una nueva forma de espacialidad que rompiendo las barreras modernas de lo público/privado nos exige con urgencia pensar sus formas de operatividad, estrategias y condiciones. | |
|
Internacional
|
No |
|
ISBN
|
|
|
Tipo de Tesis
|
Master |
|
Calificación
|
Sobresaliente cum laude |
|
Fecha
|
02/09/2011 |