Nuevo tipo de conexión óptica flexible, de fácil y rápido acoplo a dispositivos emisores de luz
LightStick son guías ópticas adhesivas, flexibles y de bajo coste para realizar interconexiones de corta distancia de forma rápida y manual, sin necesidad de usar complejos instrumentos opto-mecánicos de alineamiento y ensamblado. Las conexiones ópticas propuestas se pueden presentar en forma de tiras o pegatinas de distintas longitudes y con elementos de acoplo difractivos de distintas características, de modo que el usuario pueda seleccionar, o incluso crear a medida, la que más se ajuste a sus necesidades.
Las aplicaciones comerciales abarcan todas aquellas propias de las fibras ópticas plásticas (POFs), tales como: sensores químicos y físicos e interconexiones de corta distancia y baja velocidad en aparatos electrónicos y electromecánicos. LightStick podría emplearse para el control de calidad de alimentos líquidos y la monitorización medioambiental.
LightStick es un nuevo tipo de conexión óptica basada en una cinta adhesiva plástica (celo) que contiene elementos difractivos flexibles para acoplar y desacoplar luz a la misma.
Las características distintivas de LightStick son: 1) el uso de celo convencional como guía flexible y adhesiva de luz, y 2) la integración en la guía-celo de elementos flexibles de acoplo/desacoplo de luz. Esto último supone un avance con respecto al método habitual de inyección de luz en fibras ópticas plásticas (POFs) - basado en acoplamiento directo (butt coupling)- ya que los elementos difractivos de LightStick permiten el acoplo/desacoplo perpendicular con una alta tolerancia al alineamiento con el dispositivo emisor (diodo láser, LED). Así se evita tener que cortar y pulir la guía para inyectar luz y facilita el ensamblado guía-emisor.
"LightStick permite un fácil acoplo entre la guía plástica flexible y un dispositivo emisor de luz, sin necesidad de herramientas sofisticadas ni conocimientos especializados”
“Actualmente se está investigado la posibilidad de usar LightStick como sensor químico para detectar biomoléculas. Esta posibilidad abriría nuevas líneas de negocio en sectores tales como médico (detección de antígenos, anticuerpos), medioambiental (detección de antibíóticos, toxinas en aguas), agroalimentario (detección de macronutrientes y bacterias)”
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