Ellos tienen más confianza cuando hacen deporte

Un estudio elaborado por investigadores de INEF-UPM revela que los chicos tienen más autoconfianza que las chicas cuando practican deporte en la adolescencia y explica qué disciplinas contribuyen más a mejorar la confianza en uno mismo.

20.11.2017

Por todos es sabido que practicar deporte tiene innumerables beneficios para la salud tanto físicos, entre ellos prevención de la obesidad, reducción del sedentarismo, aumento de la resistencia y la forma física o el  incremento de la fuerza y el tono muscular; como psicológicos: el aprendizaje de la capacidad de esfuerzo y la socialización o el incremento de la autoestima y la confianza en sí mismos. Pero, ¿en qué deportes se aprecia una mayor autoconfianza de los adolescentes? ¿Existen diferencias de género en los beneficios psicológicos que se obtienen a través del deporte?  Un equipo de investigadores, entre los cuales se encuentra una investigadora de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) tiene la respuesta.

“Muchos niños y adolescentes en el deporte, pero también en otros campos, tienen una autoconfianza débil”, explica María Espada, investigadora de INEF UPM y una de las autoras del estudio, junto a Enrique Fradejas y Rocío Garrido. “Desarrollar esa autoconfianza es clave para ellos y por ello quisimos ver cómo se logra en los distintos deportes, por sexos y por edades”, añade.

Según el trabajo de los expertos de la UPM, los adolescentes de entre 12 y 18 años que practican deporte muestran un incremento de su autoestima y su confianza y seguridad tanto en  sí mismos como en su capacidad para desarrollarse con éxito en el deporte que practican. Sin embargo, los resultados no son iguales por sexos ni en todos los deportes.

“Los datos con referencia al género mostraron que existen diferencias estadísticamente significativas entre los hombres y las mujeres, siendo los primeros los que presentan una autoconfianza mayor”, explica la investigadora del Grupo de Investigación Psicosocial en el Deporte de INEF-UPM.

Para los autores del estudio, esta tendencia puede estar relacionada con el hecho de que los hombres “tienen mayores oportunidades en el universo competitivo” y a que “las mujeres muestran, como se ha demostrado en estudios previos, muchas más preocupaciones ante los errores cometidos en las competiciones y un mayor miedo al fracaso”, asegura.

Si hablamos de los diferentes tipos de deporte, también se aprecian diferencias significativas en el nivel de autoconfianza en función de si el deporte es individual o colectivo y de la disciplina. Judo y fútbol son los deportes estrella en lo que a dotar de autoconfianza a los adolescentes se refiere. “En el caso del fútbol y el judo los adolescentes presentan una mayor confianza en su técnica con respecto a otras modalidades deportivas como voleibol, en la que los estudiantes presentan una menor confianza”, explican los investigadores.

Por su parte, los jóvenes que practican un deporte individual muestran, según el estudio, un mayor nivel de autoconfianza con respeto a los deportistas que practican deportes colectivos. “Esto puede deberse a que  en los deportes de equipo, los fallos y actuaciones de los jóvenes deportistas afectan a sus compañeros de equipo y a los resultados de la competición por lo que se juzga continuamente la actuación de cada uno de los miembros del grupo y esto somete a los adolescentes a una mayor  presión”.

¿Y por edades? Los datos recogidos por los investigadores de la UPM no muestran diferencias entre los niveles de autoconfianza de los jóvenes en función de su edad, aunque sí las hay en función de la competitividad de los deportistas. “Aquellos que tienen un espíritu más competitivo muestran también una mayor autoconfianza en sí mismos”, explica María Espada.

Para la investigadora de la UPM, el trabajo, permite obtener información práctica de gran relevancia no solo para la práctica deportiva habitual, sino también para orientar los entrenamientos de los deportistas de élite.  “Nuestro estudio proporciona datos muy interesantes sobre las emociones que están frecuentemente relacionadas con desafíos competitivos y permite ayudar a trabajar habilidades y estrategias de afrontamiento para que el deportista logre tener una mejor predisposición a la hora de afrontar la competición, mejorando su autoestima y autoconfianza lo que conducirá probablemente a tener un mejor rendimiento y un mayor éxito deportivo”.