Universidad
Politécnica de Madrid

16.12.22

El alto nivel de compromiso de los estudiantes de la Universidad Politécnica de Madrid en las últimas campañas de donación de médula se ha materializado esta misma semana con la donación realizada por uno de los alumnos de la UPM y que ayudará a salvar la vida de un paciente anónimo compatible.

Alan Víctor Muela, estudiante de tercero del grado de Ingeniería del Medio Natural en la ETSI de Montes, Forestal y del Medio Natural de la UPM, ha llevado a cabo el proceso de donación de médula en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, tras menos de un año formando parte del registro nacional de donantes de médula.

“Estoy salvando una vida a coste de nada. Es un pequeño esfuerzo, pero supone un gran cambio”, explica Alan. Este estudiante considera una “suerte” haber sido compatible con una persona que necesita un trasplante de médula para poder sobrevivir y ha afrontado el proceso con “cierto grado de miedo, pero a la vez con alegría”.

El compromiso de Alan con la donación se remonta tiempo atrás. Donante de sangre desde hace años, no dudó en sumarse a la campaña de voluntarios de #EquipoMédulaUPM que se organiza anualmente en la UPM con el objetivo de concienciar y animar a la comunidad universitaria a formar parte del registro nacional de donantes de médula. Menos de un año después, se ha convertido finalmente en donante efectivo de médula.

No es el único donante de la UPM. En octubre conocimos el testimonio de Rodrigo Luengo, estudiante de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación, y que el pasado verano se convirtió en donante por aféresis. Rodrigo asegura sentirse “bien, feliz y tranquilo” por “haberle salvado la vida a una persona”.

Pequeño esfuerzo con gran recompensa

Durante el proceso de donación, que requiere una duración aproximada de entre 3 y 4 horas, acompañamos a Alan en el Hospital Ramón y Cajal para conocer de primera mano su experiencia.

Como cuenta este estudiante, tras el registro inicial meses atrás como potencial donante, a principios de agosto le comunicaron la compatibilidad con un paciente que permanece anónimo. A finales de ese mes se realizaron las muestras confirmatorias que revelaron su total compatibilidad con el paciente. Tras unos exámenes médicos, todo estaba listo para comenzar la donación. Alan insiste en que se trata de un “detallito y un par de pinchazos” con los que, al final, está “salvando una vida”.

El proceso, además, no requiere ningún tipo de recuperación para el donante. Tanto es así, que esa misma tarde Alan participó en la entrega de diplomas de la Escuela de Montes, Forestal y del Medio Natural de la UPM, actuando en la tuna del centro, a la que pertenece desde hace más de un año.

Ya realizada la donación, este estudiante anima a toda la comunidad universitaria a apuntarse como posibles donantes de médula. Es un proceso que no supone “ninguna molestia, como mucho dedicar un par de mañanas, y al fin y al cabo estás salvando una vida. Nunca sabemos si en un futuro será necesario para un familiar, un amigo o para vosotros mismos”. “Os animo a que os suméis a este gran reto que es el dar vida”, concluye.

La campaña #EquipoMédulaUPM comenzó en 2019 y, desde entonces, cuenta con cerca de 100 voluntarios anualmente y ha incrementado el registro de donantes de médula ósea en aproximadamente 2.000 personas. A raíz de esta iniciativa, las distintas universidades públicas madrileñas se han sumado a #EquipoMédula, la campaña del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid para promover el registro de donantes de médula ósea.

Este tipo de donación es solo una de las vías para salvar vidas. Actualmente, las reservas de sangre de todos los grupos en la Comunidad de Madrid están en alerta roja, por lo que desde el Centro de Transfusión regional están demandando donaciones de sangre con urgencia. Una forma sencilla de regalar vida.

Puedes conocer el testimonio de Alan Víctor Muela durante el trasplante en este vídeo.