[04/02/20] Seminarios UPM: Prevenir y gestionar los fenómenos climáticos extremos

Caren Camiscia

 

El pasado 4 de febrero tuvo lugar el quinceavo Seminario UPM: Tecnología e Innovación para los ODS en la ETSI Montes, Forestal y del Medio Natural, en el cual expertos y expertas de diferentes áreas, dialogaron sobre cómo prevenir y gestionar los fenómenos climáticos extremos.

En este marco, la Vicerrectora de Investigación, Innovación y Doctorado de la UPM, Asunción Gómez Pérez, destacó la relevancia de estos Seminarios para la conformación de una comunidad de investigadores e investigadoras de diversas disciplinas. Luego, el Director del itdUPM, Carlos Mataix, esbozó el recorrido transitado por los Seminarios UPM y resaltó la importancia que poseen como espacios de cocreación y colaboración para la conformación de un mapa de la investigación de la UPM en clave de desarrollo sostenible.

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¿Cómo prevenir y gestionar los fenómenos climáticos extremos?


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 El presente diálogo, moderado por la de la ETSI Montes, Forestal y del Medio Natural, Sonia Roig Gómez, se orientó a dar respuesta a las preguntas de cómo se podrían caracterizar los impactos que están teniendo los fenómenos climáticos extremos, como prevenirlos y cómo gestionarlos. La profesora introdujo el diálogo a través de la puesta en común de algunas problemáticas que demuestran el incremento de estos fenómenos tanto en frecuencia como en intensidad, luego finalizó su intervención con un llamado a la ineludible búsqueda de soluciones sostenibles.

Con el objeto de construir una mirada integral sobre los fenómenos climáticos extremos en el contexto actual de cambio climático y abrazando una gestión de desastres que se oriente a la resiliencia, reducción de la vulnerabilidad de los territorios y las comunidades, se realizó, a lo largo del diálogo, un abordaje desde diferentes aristas, entre ellas, la gestión de las inundaciones, los incendios forestales, las sequías, los terremotos y el rol de las ciudades.

 

Gestión integral de las inundaciones

Las inundaciones son fenómenos naturales que no puede evitarse sin embargo al existir aspectos antrópicos que pueden potenciar negativamente su impacto, con un correcto diseño y ejecución de políticas de adaptación y resiliencia se puede disminuir la vulnerabilidad ante estos fenómenos.

La Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), Mónica Aparicio, delineó un análisis sobre cómo abordar la gestión integral de inundaciones.

Haciendo referencia específicamente al caso español, la Directiva Europea de Inundación es la guía que orienta la estrategia de acción del MITECO en esta temática. Esta Directiva, formulada en el 2007, posee varios aspectos novedosos en relación al pasado al añadir la variable del cambio climático, la adaptación y el fomento de la fomentar la corresponsabilidad. Esta directiva propone la identificación de zonas de mayor riesgo y su caracterización mediante mapeos que posibiliten luego la elaboración de planes de gestión de riesgos de inundaciones correctamente ajustados al territorio. En esta línea, desde el MITECO se está buscando aumentar el conocimiento y la investigación sobre los aspectos que impactan sobre el riesgo de inundación y que se ven potenciados por el cambio climático como ser: el análisis de los usos del suelo, la desertificación y la erosión, entre otros.

Mónica Aparicio afirmó que la gestión de riesgo de inundación debe ser diseñada y ejecutada en todas sus fases (prevención, preparación, alertas, protección y recuperación) y por todos los niveles de la administración pública. Además sostuvo que entre las medidas fundamentales que se pueden abordar se encuentra la de concientizar a la sociedad sobre la percepción del riesgo y las estrategias de autoprotección, generar más conocimiento sobre estos mediante una colaboración entre la comunidad científica y la administración pública, y mejorar el sistema de alertas.  

 

En búsqueda de un nuevo paradigma para afrontar los Incendios forestales

El ser humano ha convivido desde siempre con el fuego, sin embargo, fue en el transcurso de las últimas cinco décadas cuando los incendios han empezado a evolucionar convirtiéndose en verdaderos problemas socioambientales.

El Subdirector del Centro Operativo Regional INFOCA de la Junta de Andalucía, Alejandro García Hernández, aportó un análisis profundo sobre cómo abordar la gestión de los incendios forestales. Siguiendo esta línea afirmó que la evolución previamente mencionada ha llevado a los expertos a categorizar nuevas generaciones de incendios. Fue así como la quinta generación se ha visto superada cuando los operativos colapsaron ante la simultaneidad de mega incendios potenciados por los efectos directos del cambio climático, lo cual ha conducido a la concepción de una sexta generación que obliga a un cambio de paradigma en la gestión de los incendios forestales.

Hay un principio general en atención a la emergencia: primero está la vida de las personas, luego las propiedades y en tercer lugar el bien común, en este caso, la masa forestal. En este aspecto, el experto sostuvo que el cambio de paradigma debería, entre otras medidas, potenciar el aspecto preventivo y problematizar sobre el orden de este triaje, ya que por ejemplo ha sucedido que en algunos casos por defender alguna propiedad el incendio se expandió a otros territorios potenciando su impacto.

Finalmente sugirió generar políticas en dos aspectos puntuales, por un lado promover la fijación de población en áreas rurales, ya que se ha pasado de vivir en el monte a tener que defenderse de él, y por otro generar una mayor concientización ciudadana con el fin de que la población pueda comprender mejor el problema y sobre todo que sepa defenderse. Es aquí donde observa un enlace potencial con la comunidad científica al poder generar mayor conocimiento en estas áreas.

 

La sequía y su impacto en la seguridad alimentaria

La FAO ha afirmado que en los últimos tres años la población que sufre algún tipo de desnutrición se ha incrementado, con lo cual nos estamos alejando de la posibilidad de alcanzar el Objetivo 2 (Hambre cero) de la Agenda 2030.

El ha planteado que en los últimos años las sequías han aumentado en frecuencia e impacto, con lo cual, se requiere una eficiente gestión de este extenso fenómeno.

A continuación, sostuvo que en principio hay que afirmar que la escasez de agua genera hambrunas y desplazamientos, y que si bien, al igual que los incendios, el hombre desde siempre ha convivido con sequías meteorológicas en la actualidad se han construidos tres nuevas categorías. En primer lugar la sequía hidrológica, la cual se manifiesta ante la falta del suministro de en una cuenca hidrológica, luego la sequía agronómica referida a la escasez de agua para los cultivos y finalmente la sequía socioeconómica cuando hay una falta de agua para la actividad humana.

Cabe esbozar tres consideraciones para la mejora en la gestión de esta problemática. En primer término, hay que fomentar la investigación con el objeto de mejorar la capacidad predictiva, al mismo tiempo se debe promover una gestión integral del agua, pensando no solo en las administraciones públicas sino en la ciudadanía en general, y finalmente, se debe otorgar a los sistemas agroforestales y agrosilvopastoriles la consideración y tratamiento que merecen.

 

“El terremoto es un fenómeno natural pero el desastre no lo es”

La Catedrática en la ETSI en Topografía, Geodesia y Cartografía y especialista en terremotos, Belén Benito, sostuvo que no es posible aún afirmar que el cambio climático aumenta la probabilidad de ocurrencia de terremotos, es decir, no se ha comprobado que impacte sobre la ruptura en sí de la falla. De todas maneras, si se observan efectos sobre los fenómenos derivados de los terremotos y la profundización de su impacto.

Un aspecto sustancial en esta materia es comprender la diferencia entre amenaza y vulnerabilidad. Con amenaza se hace referencia a la probabilidad de que ocurra un movimiento en el futuro y es posible estimarla en el largo plazo, en cambio la vulnerabilidad lo que hace es multiplicar el impacto de los terremotos, es decir, se potencian las pérdidas asociadas al fenómeno. De esta diferenciación decanta la conclusión de que la amenaza no puede ser reducida pero sí se puede trabajar en la disminución de la vulnerabilidad con el objeto de mitigar el riesgo. Todos los proyectos que conduzcan a reducir la exposición ante el riesgo permiten evitar el fin último: el desastre. Y aquí la administración pública tiene un rol fundamental, sobre todo en la generación de políticas de prevención.

 

Ciudades resilientes

El Concejal de Ciudadanos y titular del Área de Internacionalización y Cooperación en el Ayuntamiento de Madrid, Santiago Saura, afirmando que la palabra clave hoy es cambio sostuvo que ante la creciente concentración de población en las ciudades es urgente diseñar y ejecutar políticas que hagan de los mismos territorios resilientes. En este sentido, las políticas públicas que se esbocen para afrontar las diversas problemáticas urbanas deben ser abordadas desde todos los niveles de la administración pública, y si bien, la adaptación debe ser el punto nodal y prioritario, si no se encuentra apoyada por medidas de mitigación la capacidad de respuesta se verá desbordada.

Entre algunas de las propuestas posibles para reducir la vulnerabilidad de las ciudades se encuentran la de generar pavimentos drenantes que permitan absorber la escorrentía, mejorar la eficiencia del uso del suelo, reutilizar de agua y promover edificaciones más sostenibles. En consonancia, afirma que la búsqueda de soluciones basadas en la naturaleza nos permitirá potenciar la adaptación al cambio climático a través de la renaturación y generación de infraestructuras verdes, entre otras respuestas.

Para finalizar, Santiago Saura destacó dos proyectos emblemáticos que está ejecutando en esta línea el Ayuntamiento de Madrid. Uno de ellos es el bosque metropolitano con el cual se busca generar un cordón verde que provea de una continuidad ecológica y social a la ciudad, y el otro, es el de los barrios productores que propone fomentar el consumo local. Por último, resaltó el gran desafío asumido por Madrid al proponerse como ciudad demostradora de buenos proyectos y prácticas de innovaciones ante el cambio climático, en el marco del Programa Climate KIC.

 

Autor fotografía: Caren Camiscia