Universidad
Politécnica de Madrid

22.11.2022

La entrega de diplomas a los egresados ha vuelto a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación (ETSIT) tras la interrupción de la tradición durante dos años a causa de la pandemia y la ceremonia conjunta en mayo pasado de todos los centros de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) en el estadio Metropolitano. El 18 de noviembre fue el turno de los titulados en los estudios oficiales de máster del curso 2021-2022.

“Todos vosotros vais a ser los líderes del proceso de transformación digital que España está abordando de una manera decidida”, afirmó el director de la ESIT, Manuel Sierra, a los egresados. “Y, en muchos casos, vais a liderar procesos de digitalización a escala global”. ¿La razón de esta confianza? “La apuesta que ha realizado esta escuela por la internacionalización os permite estar preparados personal y profesionalmente para ser protagonistas de un mundo cada vez más global, un mundo para el que estáis sobradamente preparados”.

Sierra también advirtió a los nuevos titulados de la responsabilidad que van asumir. “Permitidme algún consejo: en vuestro trabajo del día a día, pensad en las implicaciones sociales, velad por que las tecnologías que vais a impulsar sean inclusivas, buscad siempre la sostenibilidad del planeta y, sobre todo, demostrar siempre una ejemplaridad ética en todas vuestras acciones y decisiones. Tenéis la gran responsabilidad, como ya la tuvieron vuestros padres y madres, de dejar a las generaciones venideras un mundo mejor que el que vosotros os habéis encontrado”.

La ceremonia se abrió con un discurso de Natalia Rodríguez, fundadora y primera ejecutiva de Saturno Labs, una compañía que proporciona aplicaciones de inteligencia artificial a sectores como la sanidad y la banca. Ingeniera de telecomunicación por la ETSIT, aseguró que, al sentirse “como en casa”, había optado por contar “algunas ideas clave” que le hubiera gustado escuchar en su etapa de estudiante. Y lo hizo a través de su propia historia. Confesó que, pese a haber obtenido en bachillerato unas calificaciones excelentes, había sufrido “muchísimo” durante los primeros años de la carrera, hasta el punto de pensar en varias ocasiones que no sería capaz de acabarla.

“Os cuento esto porque la realidad es que cada persona tiene sus tiempos y su propio camino; y está bien descubrirlos”, explicó Rodríguez. “Parece que hay una única manera de hacer las cosas, porque solo mostramos la buena, y en realidad hay millones”. Y continuó: “Tardar más en sacarme la carrera hizo que mejorara mi resiliencia, mi paciencia o mi perseverancia. Y, por supuesto, que me conociera mejor. ¿El resultado? Que me sacara toda la carrera y dos másteres enteros sin volver a suspender una asignatura”.

La responsable de Saturno Labs, que ahora cursa un doctorado, también subrayó la importancia del factor humano. “Casi todo en la vida se resume en las personas, en cómo os hacen sentir”, confesó mirando a los nuevos egresados. “Acordaos de esto porque es aplicable a conseguir un mejor trabajo, a negociar un acuerdo comercial o a que te apetezca colaborar con alguien. Por muy bueno técnicamente que seas”.

Tras la imposición de insignias al personal de la ETSIT que se jubiló el curso pasado, el acto continuó con la entrega de diplomas a los titulados de los diferentes estudios de máster, empezando por los correspondientes a ingeniería de telecomunicación y biomédica. Los números uno de estas dos promociones, Víctor Mustieles y Santiago Ros, recibieron también las insignias de oro. Ambos tomaron la palabra en nombre de todos los egresados después de la entrega de los Premios ETSIT-Empresa a los mejores expedientes en cada máster o, en su caso, itinerario académico.

Ros recordó que a las circunstancias habituales que rodean a cualquier estudiante (“exámenes, trabajos, estrés y frustración”) se unió la pandemia, que lo trastocó todo. “Pero, si hoy miramos hacia atrás, creo que todos podemos decir que ha merecido la pena y que, gracias a nuestro esfuerzo, hemos logrado nuestro objetivo”. Afirmó que las dificultades vividas durante los últimos años los han preparado “para afrontar cualquier adversidad futura”. “Hemos aprendido el compañerismo, la constancia, a trabajar en equipo, a liderar y ser liderados, a esforzarnos y a no rendirnos tras un fracaso”.

“Nos gustaría destacar también el liderazgo de la UPM y, en particular, de esta escuela”, continuó Mustieles. “Su gran potencial es el que hace que todos nosotros la hayamos elegido para nuestra etapa universitaria”. Destacó dos aspectos. “El primero tiene que ver con las oportunidades para compaginar los estudios con becas, prácticas o trabajo”. Aseguró que “esto no es solamente un complemento a los estudios, sino que es un factor diferenciador a la hora de entrar en el mundo profesional”. La segunda cualidad de la ETSIT que subrayó “es la gran cantidad de oportunidades de salir al extranjero”, gracias a los acuerdos establecidos “con universidades de referencia, no solo en Europa y EE UU, sino también en otros muchos países”.

El rector de la UPM, Guillermo Cisneros, calificó “el equipaje” que portan los egresados, en referencia a su formación, como “fantástico”. Afirmó que ellos mismos no son ahora conscientes de “todo lo que lleva”, aunque sí las personas que les van a acompañar en su vida profesional, empezando por los empleadores. También mencionó las acreditaciones internacionales de que gozan los títulos de la UPM, así como la buena posición que esta ocupa en las clasificaciones “por áreas, disciplinas y materias”. “Somos la universidad española con más número de patentes y con mayor participación en proyectos europeos de investigación”, destacó.