Investigadores de la UPM lideran un estudio que pone de manifiesto el impacto que tendrá sobre los cultivos el cambio climático y subraya el papel del comercio como mecanismo de adaptación capaz de atenuar sus consecuencias.
Es posible conseguir mejillones que no acumulen toxinas utilizando técnicas de selección genética. Esta es la conclusión a la que han llegado, tras varios años de estudio, investigadores de diversas instituciones entre las que se encuentra la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).