Descripción
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El siglo XIX es la historia de una búsqueda que trató de compatibilizar las nuevas realidades generadas por la sociedad industrial con los cánones estéticos heredados del pasado. Las dificultades que este siglo tuvo que sortear se manifiestan de un modo nítido en la arquitectura del hierro. Esta arquitectura testimonia los conflictos generados por las nuevas demandas programáticas en correspondencia con las nuevas necesidades sociales y con la creciente institucionalización de los diversos organismos. La producción industrializada del hierro, la aplicación del método científico-ilustrado para el cálculo de estructuras así como sus cualidades específicas, permitieron a este material adquirir pleno protagonismo en la creación de mercados, edificios oficiales, industriales, exposiciones, obras civiles, etc... Las transformaciones que se producen en el tránsito hacia el siglo XIX tienen como uno de los agentes fundamentales a la novedosa relación que el hombre establece con su técnica. Se trata del maquinismo, cuya asimilación en términos artísticos y arquitectónicos es el origen de los conflictos a que nos referiremos. Por otra parte, la creación de las escuelas politécnicas, el fomento de las infraestructuras por carretera, la mejora de los sistemas de transporte, las doctrinas igualitarias o la mayor producción de mercancías, implicaron que el comercio de lujo, elitista y minoritario, tornase su interés hacia el comercio de masas originando como consecuencia, una nueva forma de entender la relación entre sociedad y arquitectura. El maquinismo constituye una etapa cualitativamente muy diferenciada en la que el hombre toma plena conciencia de la técnica como entidad autónoma y a su vez complementaria respecto al hecho en sí del trabajo manual, donde el operario pierde su condición de intérprete por la de peón-máquina. Los conflictos que manifestó el siglo XIX aún hoy siguen vigentes. Nuestro país da buena cuenta de ello y constata una muy nociva paradoja que no es sino el resultado de la falta de coordinación entre el progreso tecnológico y la asimilación sosegada y colectiva del mismo. Por un lado, la fe en la técnica es lugar común por lo que esta tiene de ofertante inmediata de beneficios, pero por otro, se constata un rechazo generalizado frente ella como consecuencia de las dramáticas implicaciones del desarrollismo. En su base, ello refleja los mismos errores e incongruencias que denotó el siglo XIX. En efecto, el debate sobre este conflicto generó una continua confrontación en la segunda mitad del siglo adoptando posiciones contrapuestas como bien podemos ilustrar al exponer las reacciones de diversos críticos, artistas y autores respecto a los edificios construidos en hierro. | |
Internacional
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No |
Nombre congreso
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SEMANA DE LA ARQUITECTURA |
Entidad organizadora
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FUNDACIÓN MADRI+D |
Nacionalidad Entidad
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ESPAÑA |
Lugar/Ciudad de impartición
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MADRID |
Fecha inicio
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16/11/2010 |
Fecha fin
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16/11/2010 |