Investigadores de la ETSI de Montes calculan este indicador para establecer la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos y buscar alternativas sostenibles para el Centro.
La totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo e indirecto de un individuo, organización, evento o producto. Eso es lo que se conoce comúnmente como huella de carbono, uno de los indicadores del potencial contaminante de un centro y un instrumento fundamental para diseñar una estrategia de sostenibilidad medioambiental en una institución.
Ahora, por primera vez, Marco Blanquer, ingeniero por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha calculado la Huella de Carbono y Huella Ecológica de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes en su Proyecto Fin de Carrera dirigido por los profesores Agustín Rubio y Sergio Álvarez, del grupo de Investigación Ecología y Paisaje de esta Escuela de la UPM.
Los expertos han calculado el valor de la huella para el total de la ETSI de Montes e individualmente para cada uno de sus departamentos. El objetivo fundamental es averiguar el grado de sostenibilidad de Centro de la UPM y comprobar cómo el impacto de nuestro modo de vida se refleja en términos de toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera, y en hectáreas de bioproductivas necesarias para satisfacer las necesidades diarias de un individuo.
Resultados
El de electricidad, según este trabajo, es el consumo que lleva asociado mayor cuantía. Representa un 33%, tanto de la Huella de Carbono como de la Huella Ecológica totales. La exhaustividad con la que se ha llevado a cabo este estudio ha permitido concluir que, al contrario de lo que se propone en otros trabajos similares, la adquisición de otros bienes y servicios distintos de combustibles y electricidad, puede repercutir en un incremento notable de la huella, ya que este apartado supone el 60% del total de la Huella de Carbono y de la Huella Ecológica de la Escuela.
La irrupción de la Huella de Carbono y de la Huella Ecológica en el entorno universitario abre nuevos horizontes en la búsqueda de la sostenibilidad en la universidad española, ya que estos indicadores pueden utilizarse como herramientas que ayuden a diseñar presupuestos más eficientes en términos medioambientales y que contribuyan a una gestión más respetuosa con el medio de la universidad.
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