General, Investigación

Dos técnicas biométricas autentican la identidad de los usuarios móviles

Mediante la firma en el aire o la geometría de la mano es posible evitar fraudes en el uso de los terminales.

El investigador post-doctoral de la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid, Gonzalo Bailador, ha desarrollado dentro del Grupo de Biometria, Bioseñales y Seguridad (GB2s) dos técnicas biométricas para la verificación de la identidad de los usuarios de la telefonía móvil. Una técnica permite firmar en el aire mientras se sostiene el teléfono móvil y la otra técnica permite realizar una foto de una o ambas manos con la cámara del móvil y a partir de la forma de los dedos y de la mano, autenticar al usuario.

Ambas técnicas han sido desarrolladas como librerías software para dispositivos móviles Android y Iphone, de tal forma que pueden ser integradas en cualquier aplicación móvil que necesite un servicio de verificación de identidad.

Además, todo el proceso de autenticación se realiza dentro del móvil, sin necesidad de enviar información biométrica a un servidor, consiguiendo de esta forma asegurar la privacidad de la información biométrica del usuario.

Firmar en el aire

La firma en el aire es una técnica biométrica que se basa en la extracción de características de las aceleraciones producidas por la mano en cada eje durante la realización de la firma. Estas características son comparadas con un patrón de la firma que se crea en una etapa inicial de enrolamiento, en la que el usuario debe repetir el gesto tres veces.

El resultado de esta comparación permite verificar la identidad del usuario y permitirle llevar a cabo la operación protegida. La robustez de esta técnica biométrica se basa en la unicidad y resistencia a fraude de la firma seleccionada por el usuario, la cual puede coincidir con su firma manuscrita o un gesto repetible por el usuario.

La firma en el aire ofrece una dificultad adicional a la falsificación, frente a otras técnicas basadas en la firma tradicional manuscrita, puesto que es necesario emular la manera de sujetar y orientar  el dispositivo mientras que se realiza la firma y esta depende de algunas características físicas de la persona como la longitud del brazo, el tamaño de la mano o la capacidad de giro de la muñeca.
Además, la firma en el aire presenta otras ventajas frente a la manuscrita, puesto que no necesita de un dispositivo especial como un lápiz para realizar la firma y permite realizar firmas de una forma rápida sin necesidad de mirar incluso a la pantalla.

Los investigadores han realizado distintos experimentos para evaluar hasta qué punto es precisa la técnica de firma en el aire en dispositivos móviles. Para ello, se ha llevado a cabo una recogida de muestras de firmas en el aire en distintos lugares de la Universidad Politécnica de Madrid.
Los 100 participantes en la creación de la base de datos, realizaban su firma manuscrita en el aire sujetando un teléfono móvil, mientras eran grabados por una videocámara. Más tarde, distintas personas trataban de falsificar cada una de las firmas a partir del estudio de estas filmaciones (6 falsificadores por firma).

A partir de esta base de datos, se han propuesto y evaluado distintos algoritmos de análisis de las firmas en el aire, tratando de minimizar el error del sistema obteniendo una tasa de falsificación cercana al 3%. Esto demuestra la viabilidad de esta técnica como medio de autenticación, teniendo en cuenta que el falsificador disponía de una grabación de la firma original.