Carlos Carrasco es uno de los socios fundadores de Alise Devices, start up de la UPM dedicada a la creación de tecnologías antifalsificación. Como emprendedor y parte de una empresa que ha encontrado un hueco en el mercado, la pasada semana participó en las conferencias dirigidas a jóvenes que quieren iniciar su propio negocio, en la que se habló de las principales dudas y dificultades que se plantean los estudiantes que buscan crear su propia empresa.
En la conferencia que impartiste en el marco de SATELEC se habló de las principales dudas que surgen a la hora de montar una start up. ¿Cuáles fueron las que se os plantearon a vosotros a la hora de iniciar la andadura de Alise Devices?
Las que se le pueden plantear a cualquier ingeniero sin experiencia empresarial cuando decide emprender y crear su empresa: trámites en el Registro Mercantil, denominación social, elaboración de Estatutos, Pacto de socios, redacción de las cláusulas, etc. Lo importante en esos momentos es dejarte asesorar por gente conocida con experiencia y no tener miedo o reticencia a recibir ayuda externa.
Carlos Carrasco.
¿Qué dudas se plantearon en la conferencia? ¿Qué es lo que genera más problemas/dificultades a los jóvenes a la hora de emprender?
Las inquietudes que tenían los asistentes que preguntaron iban un poco más allá de los primeros pasos reales. En general estaban enfocadas hacia como conseguir financiación hoy en día en España y hacia la forma de gestionar y dirigir un equipo de trabajo en una start up.
La situación económica actual es complicada y puede parecer que conseguir financiación es imposible, lo que preocupa mucho. Sin embargo, no lo es. Es difícil, pero con un proyecto sólido, que tenga un producto interesante y, sobre todo, un buen equipo detrás trabajando, se puede conseguir financiación privada. Además existen opciones de financiación pública como ENISA, o a través de CDTI, que funcionan bastante bien, aunque no dejan de ser préstamos. Por otra parte existen aceleradoras de empresas como Wayra (Telefónica), de la que formamos parte, que apoyan start ups en sus primeras fases para hacerlas crecer y posicionarse en el mercado.
¿Qué consejo darías a los estudiantes que están planteándose su futuro y quieren crear su propio negocio?
Les diría que estudien bien la oportunidad y, si existe de verdad, que vayan a por ello. Es el momento de intentarlo. Hay que tener pasión y ganas, pero no sólo eso. Hay que dejarse asesorar, buscar ayuda en los temas en los que no seas experto, rodearse de un buen equipo con perfiles complementarios, y trabajar, trabajar y trabajar… Parece un tópico, pero es cierto, la mejor idea/producto sin un equipo detrás que trabaje, la gestione y la lleve adelante, no vale nada.
Alise Devices es ya una empresa consolidada pero, ¿cómo surgió la idea de crearla? ¿Qué retos os planteáis a corto y largo plazo?
Alise Devices surgió fruto de la investigación en CEMDATIC (UPM) en el desarrollo de dispositivos de seguridad documental y antifalsificación. Se consiguió un patente y desde el Área de Creación de Empresas se nos animó a presentarnos a ActúaUPM, concurso de creación de empresas promovido por la Universidad que posteriormente acabaríamos ganando. Esto nos animó más si cabe a seguir adelante con el proyecto y hoy en día ya llevamos más de dos años como empresa constituida
El principal reto a corto plazo es irrumpir definitivamente con fuerza en el mercado de tecnologías antifalsificación en el sector de alta seguridad documental, así como en el sector farmacéutico y en el sector de productos de alto valor añadido, que sufren graves problemas de falsificación.
El objetivo a largo plazo es conseguir que nuestros dispositivos antifalsificación sean un estándar y referente en la autenticación y antifalsificación a nivel mundial. Hoy en día no existe ninguna tecnología con las características que nosotros ofrecemos.
¿Cómo ha ayudado vuestro paso por la UPM a convertir Alise Devices en una realidad?
Alise Devices es una start up tecnológica, y la tecnología en la que se basan nuestros productos se ha desarrollado íntegramente durante cuatro años en la UPM, en el centro CEMDATIC, en la ETSI Telecomunicaciones. Además, como ya he comentado, el empujón definitivo a la hora de crear la empresa lo recibimos a través de ActúaUPM. Asi que yo diría que la UPM ha ayudado mucho, muchísimo.
El equipo de Alise Devices.
¿Qué crees que hace falta para que haya más experiencias de emprendedores en nuestro país? ¿Es un problema de educación o faltan facilidades para los emprendedores?
Por un lado es una cuestión cultural. En comparación con otros países, como EEUU (Silicon Valley, etc.) o Israel, en los que las start up tecnológicas se fomentan y consiguen financiación con “relativa facilidad” cuando el proyecto es bueno, España va algo por detrás. En estos países el emprendimiento tecnológico se apoya mucho más, si bien es cierto que para que se apoye debe haber una tecnología realmente buena y un equipo comprometido y capacitado detrás.
Existen muchas patentes e innovaciones tecnológicas buenas aplicables en mercado que están archivadas en cajones porque los potenciales emprendedores no quieren tirar de ellas. Tradicionalmente, en España, se ha tendido más a “lo que hay que hacer es sacar una oposición y ya está, la vida solucionada”, afortunadamente eso parece estar cambiando poco a poco.
Y en el caso de los inversores (ya sean particulares o fondos de inversión) pasa algo parecido. No existe esa cultura del riesgo en la que se basa el “emprendimiento+inversión”. Muchas veces se le exige al emprendedor resultados para que su empresa sea considerada “invertible”. Y no siempre es posible. Esto también debe ir cambiando poco a poco, es algo puramente cultural y educacional.
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