Descripción
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Este artículo aborda las dos principales vías a través de las cuales tanto Manuel B. Cossío, en su condición de pedagogo e historiador del arte, como la ILE, y, por extensión, el proyecto modernizador institucionista, contribuyeron a salvaguardar nuestro rico patrimonio histórico-artístico en el periodo que transcurre desde 1876 hasta los años de la Segunda República: a través de un cultivo de la sensibilidad artística donde estética y ética, como herramientas propias de su práctica educativa, están unidas, y a través del fomento de la investigación científica. Como caso de estudio aborda su aplicación a la labor de restauración de monumentos arquitectónicos llevada a cabo por algunos discípulos directos del propio Cossío, como fueron, entre otros, los arquitectos Antonio Flórez Urdapilleta, Leopoldo Torres Balbás y Pablo Gutiérrez Moreno y el historiador del arte Ricardo de Orueta. | |
Internacional
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Si |
JCR del ISI
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No |
Título de la revista
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Boletín de la Institución Libre de Enseñanza |
ISSN
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0214-1302 |
Factor de impacto JCR
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Información de impacto
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Volumen
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DOI
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Número de revista
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107-108 |
Desde la página
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61 |
Hasta la página
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74 |
Mes
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DICIEMBRE |
Ranking
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