Conociendo a los ingenieros aeronáuticos a través de 4º ESO +Empresa
32 estudiantes de 4º de ESO procedentes de 21 colegios e institutos pasan tres días en la ETSIAE gracias a este programa de la Comunidad de Madrid con el fin de que los jóvenes estén mejor preparados para tomar decisiones sobre su futuro académico y profesional.
29.03.16
La Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) es la institución académica con mayor número de alumnos matriculados en titulaciones directamente relacionadas con el sector aeroespacial, lo que hace que la gran mayoría de los ingenieros aeronáuticos que trabajan hoy día hayan pasado por sus aulas como estudiantes. Por ello, se convierte en un lugar estratégico para los jóvenes interesados en dedicarse a profesiones ligadas al mundo del aire, el espacio y la aviación; de los ya mencionados ingenieros aeroespaciales a los pilotos, pasando por controladores o gestores del espacio aéreo, pues todas esas titulaciones se imparten en la ETSIAE.
Con el objetivo de acercar el sistema educativo y el mundo laboral, facilitando mediante estancias educativas en empresas e instituciones que los jóvenes estén mejor preparados para tomar decisiones sobre su futuro académico y profesional, motivándoles y dotándoles de las destrezas necesarias, la Comunidad de Madrid crea el programa 4ºESO empresa, en el que la ETSIAE participa por segundo año consecutivo.
En esta edición, 32 estudiantes procedentes de 21 colegios e institutos, han pasado tres días en el centro siendo esta para ellos una actividad extraescolar “especial”. Romen Mendoza, del Colegio Leonardo Da Vinci (Moralzarzal), se apuntaba a 4ºESO+empresa porque “me atrae hacer actividades distintas de la que tenemos en nuestras clases habituales y además me permite ver si esto es algo que realmente me gusta para estudiar en el futuro”. En la ETSIAE les reciben con una presentación de los estudios y titulaciones que se imparten y una visita guiada por algunos laboratorios y centros de investigación.
A continuación, un intenso programa de actividades para acercarles a las múltiples salidas profesionales de la carrera. En el laboratorio de Aeropuertos, les explican cómo el ingeniero aeroespacial tiene un papel fundamental en los aeropuertos, en su planificación, diseño, gestión, operación y mantenimiento, cómo ha relacionarse el aeropuerto con el entorno puesto que forma parte del tejido social y qué diferencia existe entre un pavimento flexible y un pavimento rígido a la hora de la construcción de pistas, plataformas y otros enclaves que configuran estas infraestructuras.
En el Instituto Universitario de Microgravedad Ignacio Da Riva (IDR), les muestran la existencia de su línea de trabajo en aerodinámica civil, para garantizar que la fuerza del viento no afecte a la seguridad de la estructura de edificios, estadios de fútbol, monumentos o trenes. Los modelos ensayados en el túnel de viento representan estructuras de sobra conocidos por todos, pues el IDR/UPM ha participado en proyectos de lugares emblemáticos a lo largo de la geografía española e internacional.
Otro ámbito de actuación de un ingeniero aeroespacial son los sistemas propulsivos. En el laboratorio de Motores además del funcionamiento básico del motor, les puntualizan las diferencias entre un motor de un avión civil y uno militar y la forma opuesta de unos y otros a la hora de abordar la necesidad del equilibrio entre el peso del mismo y su consumo de combustible. Los estudiantes preguntan por los materiales empleados y el uso de los nuevos combustibles como el hidrógeno.
La siguiente parada es en el hangar, para asistir a la demostración de cómo se mueve una estructura cuando vibra aunque a simple vista no se observe movimiento alguno, cuyo objetivo es conocer que la forma en la que vibra una estructura está definida por su forma y el material del que está hecha. Conocimientos fundamentales en el diseño y construcción de una aeronave y todos sus componentes estructurales.
En esta misma línea apuntaban los talleres prácticos de los laboratorios de Materiales y de Resistencia de Materiales. En el primero, comprueban por sí mismos cómo mediante tratamientos térmicos (temple o recocido) se pueden cambiar las propiedades de un mismo material y examinan las diferencias de ambas técnicas de enfriamiento midiendo con el durómetro. En el segundo, aprenden cómo se usan bandas extensométricas para la determinación de esfuerzos en estructuras sometidas a cargas estáticas, pruebas de gran relevancia para la vida útil de un avión y su puesta en funcionamiento mediante el proceso de certificación.
El área de Expresión Gráfica ha organizado dos actividades puesto que en el diseño en ingeniería es necesario entender y aplicar las claves geométricas para la conceptualización de los modelos tridimensionales, y al mismo tiempo después de pensar con el lápiz y el papel, han de tener el manejo suficiente con los programas de dibujo asistido por ordenador. Se han enfrentado a la pregunta ¿por qué decimos que el espacio es 2D, 3D ó 6D? para aprender el concepto de grados de libertad de los sistemas y han sacado su creatividad a la hora de diseñar con el programa CATIA figuras, algunas de las cuales han podido hacer realidad en una impresora 3D para ver el funcionamiento de esta tecnología cada vez más usada en el sector aeroespacial.
Los drones, también han tenido su sitio. Han visto cómo se diseñan, construyen y operan estas aeronaves remotamente tripuladas a través de la experiencia de la empresa USol, una spin-off de la UPM. Ello les permite acabar con el mito de que los drones no son seguros, ya que les subrayan que un dron es más estable en vuelo que un avión con piloto, pero les recuerdan que una futura aviación comercial sin pilotos es algo que, aunque técnicamente esté resuelto, no lo está legislativa y psicológicamente, por el miedo a volar que tiene un gran número de la población.
Otra de las actividades ha consistido en exponer las posibilidades que ofrecen los microcontroladores Arduino, una plataforma libre de bajo coste y programable para múltiples funciones electrónicas según la aplicación a la que va a destinarse. La experiencia se cierra con una competición de aviones de papel de diferentes configuraciones que ellos mismos han aprendido a construir.
Alba Ramírez, del Colegio Gredos San Diego de Vallecas, una de las seis chicas que ha participado en estas jornadas, explica que “le interesa la aeronáutica y querría estudiarlo”, lo que le ha movido a inscribirse en este programa. Javier Pagán y Andrés Schapira, del Colegio Zola Villafranca (Villanueva de la Cañada), creen que “ha sido una experiencia bastante interesante y que han aprendido cosas de la profesión que antes no sabían, aunque les gustaría que las actividades fueran aún más interactivas”. Una idea común a lo largo de estos días es la importancia que se le da a la seguridad en este ámbito y como las actuaciones de los ingenieros desde la concepción de una aeronave hasta el final de su vida útil, pasando por la elección de los materiales, los rigurosos exámenes de certificación, las acciones de mantenimiento y verificación del correcto funcionamiento de cada sistema hacen de la aviación el medio de transporte más seguro.
Récord de solicitudes y participación de la SAE
Los jóvenes se interesan por el mundo aeroespacial y prueba de ello es que la estancia en la ETSIAE ha sido la más demandada dentro de las actividades que ofertaba la UPM. Se han recibido más de 250 solicitudes de estudiantes de 4º de ESO.
Este año como novedad, la Sociedad Aeronáutica Española (SAE), una sociedad sin ánimo de lucro que busca difundir la amplia e importante cultura española en el mundo se ha sumado a esta iniciativa y les ha impartido una breve conferencia para que los estudiantes comprendan que España es un país puntero en tecnología aeroespacial, y con una gran tradición que hacen que la cultura y la historia aeronáutica en España sea inmensamente rica. Es objetivo tanto de la SAE como de la UPM, fomentar la vocación tecnológica.