Investigadores españoles descubren los mecanismos de recuperación cerebral

Las universidades Politécnica de Madrid y Complutense analizan los mecanismos que utiliza el cerebro para recuperarse de una lesión. Los resultados se publican en la revista “Brain”.

28.07.10

El laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Computacional de las universidades Politécnica y Complutense de Madrid del Centro de Tecnología Biomédica, ha realizado un estudio de las señales cerebrales detectadas en pacientes poco después de haber sufrido un traumatismo cráneo-encefálico.

El trabajo, que ha sido publicado en la prestigiosa revista de neurología “Brain”, representa la primera evidencia científica de la correlación entre la reorganización de la interacción cerebral y la mejoría cognitiva.

Los investigadores han estudiado las señales cerebrales en pacientes que han sufrido traumatismos cranoencefálicos o ictus. En este tipo de lesiones, el sistema nervioso central, la red más compleja del ser humano, se ve gravemente dañado y, con ello, las capacidades cognitivas necesarias para llevar a cabo tareas cotidianas.

Es en este momento, explican Nazareth Castellanos y Francisco del Pozo, de la Universidad Politécnica de Madrid, cuando la plasticidad cerebral juega un papel decisivo en la recuperación del daño cerebral sobrevenido. Someter a estos pacientes a programas de rehabilitación neuropsicológica puede acentuar y guiar positivamente la potencial capacidad de recuperación del cerebro, indica.

Del daño cerebral a la recuperación

La rehabilitación neuropsicológica es una intervención terapéutica funcional cuyo principal objetivo está dirigido a aminorar el déficit cognitivo y la discapacidad que pueda ocasionar. La comunidad científica se ha hecho eco de los beneficios de estos tratamientos como soporte a la recuperación después del daño cerebral.

La recuperación cognitiva de un paciente puede observarse a través de la mejora en los rendimientos neuropsicológicos y funcionales, es decir en la capacidad de memoria, de atención, percepción, habla, comportamiento, inteligencia o habilidades cotidianas.

Hasta ahora no se habían estudiado los mecanismos cerebrales que subyacen a tal recuperación, es decir, los mecanismos de plasticidad que utiliza el cerebro para recuperarse de una lesión.

Interacción entre áreas cerebrales

Las señales cerebrales estudiadas por los investigadores de las universidades Complutense y Politécnica de Madrid están basadas en la magnetoencefalografía, una técnica que permite captar los campos magnéticos del cerebro en casi 150 regiones diferentes y lo hace unas 200 veces por segundo. La alta resolución temporal de esta técnica permite saber qué zonas del cerebro están interaccionando entre sí, lo que define la red cerebral.

Los resultados han demostrado que las lesiones cerebrales aumentan el grado de interacción de aquellas zonas que se asocian de forma lenta, y disminuye las interacciones rápidas. Esta alteración del mapa de interacciones entre regiones del cerebro disminuye la eficacia de la red y, por tanto, la capacidad para llevar a cabo esfuerzos cognitivos.

Sin embargo, cuando los pacientes llevan a cabo un programa de rehabilitación neuropsicológica el grado de interacción se recupera, siendo similar al de personas que nunca han sufrido un daño cerebral. Los científicos han observado que los mecanismos mediante los cuales el cerebro recupera el mapa de interacciones saludable actúan de diferentes formas: restableciendo el grado de interacción, suprimiendo o generando nuevas interacciones o buscando vías alternativas de comunicación, lo que supone una reorganización de la red.

Este hallazgo respalda la hipótesis de que la plasticidad sigue un principio de reorganización de las redes cerebrales que subyacen a los procesos cognitivos. El trabajo representa la primera evidencia científica de la correlación entre la reorganización de la interacción cerebral y la mejoría cognitiva.

Trabajo publicado en la revista BRAIN: “Reorganization of functional connectivity as a correlate of cognitive recovery in acquired brain injury”. Nazareth P. Castellanos, Nuria Paúl, Victoria E. Ordóñez, Olivier Demuynck, Ricardo Bajo, Pablo Campo, Álvaro Bilbao, Tomás Ortiz, Francisco del-Pozo, Fernando Maestú.