La UPM, en colaboración con la Agencia Espacial Europea, ponen en marcha el mayor “think tank” sobre edificios digitales y sostenibles hasta la fecha

150 estudiantes de 13 universidades europeas, junto con más de 100 investigadores y expertos internacionales, trabajan en la generación de propuestas sobre eficiencia, sostenibilidad y digitalización aplicables a las instalaciones de la Agencia Espacial Europea en Madrid, en un proyecto impulsado por la alianza EELISA y coordinado por la Universidad Politécnica de Madrid.

23.01.23

"Bienvenidos y bienvenidas al entorno en el que todos y todas estaremos trabajando en los próximos años. Bienvenidos y bienvenidas al futuro". Con estas palabras ha recibido a los participantes Sergio Vega, profesor e investigador de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y coordinador de "SUSTAINABLE BCC", una de las comunidades que forman parte de la alianza de universidades europeas EELISA, que ha puesto en marcha el proyecto.

Ha sido durante el acto de inauguración del think tank que ha tenido lugar esta mañana en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM). Allí, más de una treintena de estudiantes internacionales han sido recibidos por el director de la escuela, Manuel Blanco, junto con Alberto Garrido, vicerrector de la UPM y coordinador de EELISA; y Sofia d'Aguiar, directora ejecutiva de la alianza. Posteriormente, el grupo se ha dirigido al que será el escenario de cinco intensos días de talleres, clases magistrales y sesiones de brainstorming: el campus de la Agencia Espacial Europea en el municipio madrileño de Villafranca del Castillo.

Generar ideas frescas y de gran impacto sobre cómo abordar la rehabilitación energética con los más altos estándares de sostenibilidad (social, económica y ambiental) y fomentar una visión global de la sostenibilidad entre los estudiantes y futuros profesionales: estos son los principales objetivos del "ESA-ESAC – SUSTAINABLE BCC Think Tank", un laboratorio de ideas que reunirá un total de 24 equipos internacionales de trabajo en Madrid.

Este "macro–think tank", pionero en España, partirá de la rehabilitación integral del Edificio A del campus de Villafranca para englobar a su vez seis laboratorios de trabajo: cuatro de ellos trabajarán de manera paralela temáticas ligadas a la sostenibilidad como "salud y bienestar" (sostenibilidad social), "sostenibilidad integral y eficiencia energética" (sostenibilidad ambiental) y "gestión y operación eficiente de los edificios" (sostenibilidad económica). El quinto abordará de manera transversal el potencial de la digitalización en todos estos campos y el último think tank reunirá a los más de 300 participantes con el objetivo de integrar todos los puntos de vista y resultados siguiendo el espíritu de la Nueva Bauhaus europea.

sesión de kick-off en la ETSAM de Madrid

Fotografía de grupo de estudiantes y profesores involucrados en el think tank durante la sesión de kick-off en la ETSAM de Madrid

Todas las sesiones de trabajo tendrán un formato híbrido, con parte de los equipos conectados online y la presencia de 50 estudiantes procedentes, entre otras instituciones, de la Universidad Politécnica de Madrid, Université Paris Sciences et Lettres (Francia), Scuola Normale Superiore y Scuola Superiore Sant'Anna (Italia); Istanbul Teknik Üniversitesi (Turquía), Universitatea Politehnica de Bucarest (Rumania); Fiedrich-Alexander Universität Erlange-Nürnberg (Alemania) o Tesside University (Reino Unido).

Además de la Agencia Espacial Europea, esta propuesta cuenta con la colaboración de empresas de gran prestigio como ARUP Group, la consultora FMHOUSE, ACCIONA, SACYR, GBCE (Green Building Council España), además de asociaciones como IFMA Spain (International Facility Management Association- Chapter Spain), o ANERR, la Asociación Nacional de Empresas de Rehabilitación y Reforma.

Para sus organizadores, este think tank promete tener un impacto duradero. "Esta actividad, más allá del reto logístico que supone, la gran innovación educativa que aporta y las aplicaciones prácticas directas que pueda generar, para nosotros supone una inversión segura en cuanto a la sensibilización de los estudiantes con los retos ligados a la sostenibilidad. También estamos seguros de que, de las ideas nacidas en estos días, surgirán nuevas iniciativas a corto y medio plazo que de alguna manera le darán continuidad", comenta Sergio Vega.

Un repositorio de vídeos, MOOCs, artículos académicos y diversos componentes didácticos serán algunos de los materiales accesibles que quedarán disponibles tras el proyecto. Pero para los estudiantes involucrados, quedará además una experiencia que marcará un antes y un después en sus carreras universitarias. "Yo estoy muy emocionada por aprender sobre nuevas técnicas de gestión sostenible de edificios y conocer el campus de la Agencia Espacial Europea", comenta Ankita Pathak, de la universidad Fiedrich-Alexander de Erlange-Nürnberg (FAU). "Para mí, lo más emocionante es trabajar con estudiantes internacionales, compartir experiencias y aprender de ellos", añade Olga Soloro, estudiante de la UPM.

"Esta actividad viene a formar parte de toda una serie de acciones enmarcadas en la alianza EELISA que están revolucionando los métodos de aprendizaje e investigación tradicionales para convertirlos en procesos de impacto social que van más allá del aula y el laboratorio", explica Sofía d’Aguiar, directora ejecutiva de la alianza. Para Alberto Garrido, coordinador de EELISA, este think tank "es un ejemplo perfecto de lo que EELISA, como parte de las 44 alianzas universitarias en Europa, quiere lograr: ofrecer a los estudiantes experiencias de aprendizaje basadas en desafíos sociales y ligados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)". Este es el objetivo de la alianza de universidades europeas EELISA y de las llamadas "Comunidades EELISA": nodos de aprendizaje, investigación e impacto social que reúnen a estudiantes, profesores, profesionales, instituciones públicas y privadas de diferentes países para trabajar en la búsqueda de soluciones a los retos sociales y contribuir a los ODS adoptados por las Naciones Unidas en 2015.