Estudios superiores y digitalización: retos de la era poscovid
Cinco profesionales del sector universitario, entre ellos de la Universidad Politécnica de Madrid, compartieron sus aprendizajes y desafíos tras un año de cambio acelerado en la mesa redonda organizada por Homuork
09.06.21
La pandemia de la covid-19 ha marcado un antes y un después en la manera en la que entendemos y vivimos nuestra realidad cotidiana. Uno de los grandes cambios que trajo consigo fue la aceleración de un proceso que ya se había puesto en marcha años atrás: la digitalización.
Además de la consolidación del teletrabajo, la educación digital fue otro de los grandes protagonistas en 2020. El pasado año trajo consigo la consagración definitiva del empleo de la tecnología para mantener e impulsar la formación de millones de personas en todo el mundo.
En este contexto, desde Homuork se invitó a cinco referentes de la innovación docente a la mesa redonda online Estudios superiores y digitalización: retos de la era poscovid, que tuvo lugar el pasado 26 de mayo. Entre ellos: Alegría Blázquez, técnica en educación digital en la Universidad Politécnica de Madrid; Sònia Sánchez Canut, responsable de Innovación Docente de la UPF Barcelona School of Management; Francisco Pérez Lozano, director Académico del Instituto de Formación Continua IL3, perteneciente a la Universidad de Barcelona; Iris Núñez-Trébol, vicerrectora en la Universidad Alfonso X El Sabio; Marta Paredes, vicerrectora de Tecnología y Gestión de la Innovación de la Universidad Internacional de Valencia.
En el encuentro analizaron los aprendizajes, beneficios y desafíos que implicó el primer curso completo bajo las restricciones pandémicas (acceder a la grabación)
Retos de la transformación digital de la Universidad
En líneas generales, hubo consenso en establecer que todas las instituciones partieron de una situación similar cuando comenzaron los confinamientos. El proceso de digitalización ya venía gestándose desde tiempo atrás. Sin embargo, las universidades se encontraban aún lejos de cumplir con las exigencias que introdujo la suspensión total de la presencialidad.
“La gestión del cambio en las universidades es como la gestión del cambio en los cementerios: los que están dentro no te van a ayudar”, ironizó la vicerrectora Iris Núñez-Trébol, para añadir que la transformación digital no es simplemente un problema tecnológico, sino que el verdadero desafío es el cambio cultural o de paradigma.
Señaló que en la actualidad lo que más les preocupa es el cambio de foco hacia un modelo que favorezca el proceso de aprendizaje o pedagógico en un contexto digital. Frente a este escenario se preguntó si los espacios de formación cuentan con herramientas suficientes.
La vicerrectora Marta Paredes, por su parte, fue quien abogó por la demostrada flexibilidad y adaptabilidad de las universidades a lo largo de la historia. Según apreció, la Universidad es una de las instituciones más antiguas de la humanidad, demostrando su capacidad evolutiva, de adaptación y transformación. Ya sea desde la experiencia formativa, los recursos materiales o su capital humano.
Por esta misma razón, apuntó que la experiencia de aprendizaje se debe orientar a la eficiencia en operaciones que abarquen toda la cadena de valor. Es decir, desde gestiones administrativas, de producción, hasta la difusión de materiales. El desafío urgente es, por tanto, la modificación de la cultura organizativa.
En el mismo sentido, Alegría Blázquez planteó que la aceleración del proceso de digitalización generó en la Universidad Politécnica de Madrid la necesidad de un plan estratégico digital. Producido en los últimos meses, abarca áreas como la docencia, la investigación, la comunicación, las infraestructura y la administración.
Remarcó, además, que de cara a la nueva realidad que implica la adaptabilidad a un contexto 100% virtual o de hibridación presencial-remota, la ciberseguridad y las infraestructuras TIC son un nuevo desafío. La protección de los datos personales que se encuentran bajo amenaza permanente es fundamental.
Por su parte, el director Académico Francisco Pérez Lozano sostuvo que la covid-19 puso de manifiesto, no solamente la necesidad de cambios en relación a la transformación digital, sino otros obstáculos que tienen las instituciones educativas.
“Se ha generado un cóctel de modalidades, formatos. Algunas cosas deben resituarse”, comentó. Según él, el ritmo de la sociedad no es acorde al ritmo de la Universidad y es necesario que se acompasen. Por este motivo, es clave considerar la centralidad del alumnado para poder hacer frente a las exigencias de un contexto laboral y profesional cada vez más competitivo.
Nuevos modelos pedagógicos
Otra de las grandes transformaciones que impulsó la paralización forzosa de la presencialidad fue el reconocimiento de la transversalidad en los modelos de enseñanza. Existían otras fórmulas de enseñanza más allá del aula física y era el momento de demostrar su valor.
Francisco Pérez Lozano sostuvo que el coronavirus y la experiencia de aprendizaje en este contexto han puesto de manifiesto que, independientemente de la formación que se dé a los docentes, sin un rediseño de asignaturas o temáticas acorde a los profundos cambios sociales, no se estará respondiendo a la gestión de las expectativas del alumnado.
En su opinión, quienes estudian necesitan sentir que se están acercando a una experiencia laboral y son plenamente conscientes de que su inserción en el mercado profesional es cada día más compleja debido a la realidad social.
En el mismo sentido, Alegría Blázquez explicó que, en una encuesta llevada a cabo en su institución acerca de qué visión tenían los estudiantes sobre los docentes y la Universidad, los resultados pusieron de manifiesto la necesidad de actualizar las estructuras del proceso educativo.
“Se sigue haciendo lo mismo con otros recursos. Se dan clases presenciales con webcam. Eso no es digitalizar ni responde siquiera a un proceso de hibridación de la enseñanza”, reflexionó Blázquez.
Iris Núñez-Trébol, por su parte, puso de manifestó que, cuando se trata de transformación digital, el principal desafío reside en enseñar al profesorado a adaptarse a los nuevos entornos en términos de formatos y competencias.
Añadió que las metodologías blended son ideales y las preferidas por alumnos y docentes, puesto que permiten un proceso más nutrido y complejo. Sin embargo, recordó que exigen una planificación al detalle que, en ocasiones, no deja demasiado lugar a la improvisación.
Por todo ello, insistió en que se deben promover las competencias necesarias para que las herramientas digitales ayuden en el proceso de transmisión del conocimiento y a "enriquecer la labor del profesorado en un entorno virtual".
La vicerrectora subrayó, por último, la importancia de la tolerancia al error en un contexto en el que se ha instalado la idea de que no se puede fallar ni en el uso de herramientas, ni en el proceso educativo. Señaló que esta forma de concebir la educación debe desterrarse, ya que el error es, precisamente, una parte fundamental en todo proceso de desarrollo y formación.
Cambio en el paradigma docente y nuevas competencias para el Personal Docente e Investigador (PDI)
Cuando llegó el momento de abordar en qué áreas de la educación se dieron las mayores transformaciones o cuáles deberían actualizarse en los próximos años, las opiniones variaron.
Sònia Sánchez Canut sostuvo que, si bien desde la UPF Barcelona School of Management se sentían preparados cuando se iniciaron las restricciones de movilidad, tuvieron que adaptarse a aspectos clave de la nueva docencia. El desarrollo profesional, el uso pedagógico de las tecnologías, los aspectos éticos y jurídicos y la capacitación digital del alumnado por parte de los docentes fueron algunos de los aspectos que tuvieron en cuenta.
Mientras, Iris Núñez-Trébol explicó SoyDigital, un programa introducido tiempo atrás en la Universidad Alfonso X El Sabio basado en el marco de competencias digitales europeo. Este ha tenido excelentes resultados formando al cuerpo docente en aspectos como la gestión de la información digital, la utilización de recursos tecnológicos y la resolución de problemas, entre otros.
Minutos de oro: ¿qué hemos aprendido en el último año?Ç
Concluida la mesa redonda, cada ponente del panel de expert_s tuvo la posibilidad de brindar a la audiencia una última reflexión. De allí hemos recopilado las siguientes y más destacadas:
Alegría Blázquez: “A pesar de que mucho ha cambiado, no hay nada radicalmente nuevo. La mayoría de lo que hemos implementado lo veníamos haciendo desde hace tiempo". La técnica en educación digital en la Universidad Politécnica de Madrid destacó que, para el personal docente, ha sido clave el acompañamiento institucional para poder lograr una experiencia positiva.
Marta Paredes: “Nos encontramos en un momento en el que existe una doble disrupción”, comenzó diciendo. Por un lado, explicó, existe una abundancia de recursos producto de la exponencialidad tecnológica. Por el otro, nos enfrentamos a una pandemia que ha actuado como elemento catalizador de la transformación digital.
La vicerrectora de Tecnología y Gestión de la Innovación de la Universidad Internacional de Valencia añadió además que la covid-19 “no solo está transformando lo que hacemos y cómo lo hacemos, sino lo que somos, como individuos y a nivel macro”.
“La educación, cada vez más, es una piedra angular sobre la que se construyen nuestras democracias, nuestras sociedades. Sin educación los individuos no pueden ejercer plenamente sus derechos”, sostuvo Paredes.
Antes de finalizar, la representante de la VIU explicó que los grandes cambios que se experimentaron en el ámbito educativo ponen de manifiesto otras preguntas vinculadas con la docencia: cómo se va a estructurar el mundo laboral en el futuro próximo o cómo nos vincularemos entre las personas y con el planeta, por ejemplo.
Francisco Pérez Lozano, director Académico del Instituto de Formación Continua IL3, argumentó que las universidades tienen identidad y son reconocidas por diferentes aspectos.
Esa forma de ser se puede reforzar con las competencias digitales. Sin embargo, desaconsejó “entrar en un torbellino para llegar a todo el mundo de cualquier manera”. Al contrario, en su opinión, es necesario apoyarse en la identidad de cada institución y fortalecerla para destacar en la abundancia de ofertas educativas en un contexto de alta competencia.
Sònia Sánchez Canut, responsable de Innovación Docente de la UPF Barcelona School of Management, señaló que el mayor logro del último año ha sido aprender a “sacarles el máximo partido a las herramientas digitales, renovando las metodologías y la orientación”.
Por último, fue el turno de Iris Núñez-Trébol, vicerrectora en la Universidad Alfonso X El Sabio, quien cerró la sesión indicando que siempre debe tenerse en cuenta que “la educación conecta a las personas, trata sobre comunicación, genera vínculos”.
Es por ello que cambiar aptitudes, actitudes y competencias, no ocurre de la noche a la mañana, existen resistencias. “Los docentes han sido quienes se han superado a sí mismos”, afirmó, puntualizando que fueron los primeros en buscar fórmulas y soluciones para seguir conectados y enseñando al alumnado.