Luis Francisco González, premio Excelencia Docente 10 años
El profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid, Luis Francisco González, recibe el premio a la Excelencia Docente por su labor docente que lleva realizando desde hace diez años.
28.01.25
Es doctor en Ingeniería Energética por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), donde actualmente imparte clases sobre ingeniería térmica como profesor del departamento de Ingeniería Energética. Además de su labor docente reglada, destaca su activa participación en numerosos proyectos de innovación educativa. Entre sus contribuciones más destacadas sobresale la creación de dos asignaturas que rompen con la dinámica convencional: Introducción a la Minería Espacial y SolarGen (en la cual los estudiantes tienen la oportunidad de diseñar y construir un colector solar de concentración).
Como investigador, el profesor González Portillo trabaja en sistemas térmicos de alta temperatura, con especial énfasis en la energía solar concentrada, el almacenamiento de energía térmica y la producción de hidrógeno. En estos campos ha participado en numerosos proyectos financiados por la Unión Europea y el Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE). Además, lidera varios proyectos relacionados con la producción de hidrógeno a través de la pirólisis del metano con metales líquidos, incluyendo un proyecto en colaboración con el MIT, donde estuvo trabajando más de un año.
Para Luis Francisco González recibir este premio es “es una gran alegría, ya que refleja que el esfuerzo y el compromiso por hacer las cosas bien no pasan desapercibidos. Desde que comencé a dar clase hace siete años no he parado de perseguir dos objetivos: disfrutar de lo que hago y hacerlo bien. Espero que este premio indique que voy por buen camino. Desde luego, me impulsa a seguir remando, incluso cuando en ocasiones parece que uno lo hace a contracorriente, a veces, por un viento de estribor, otras, por una marea de burocracia. Avanzar así es más difícil, pero con ilusión y un buen capitán, se puede cambiar cualquier cosa.
Y si uno sigue remando es porque tiene la gran suerte de contar con buenos compañeros de viaje. Que este premio sirva de oportunidad para agradecer la extraordinaria compañía que me rodea. Familia, amigos, compañeros, gracias. Y por supuesto, gracias a la universidad por este premio, por el reconocimiento, que me da fuerzas para seguir remando, y por el dinero, con el que me he podido comprar la barca y los remos”.