“La investigación sigue sin ser una prioridad en nuestro país”

Ramón Perea García-Calvo, investigador de la UPM, desarrolla en la Universidad de Stanford su proyecto BIOSTRESS, que analiza las interacciones entre plantas y animales en los ecosistemas.

26.01.15

El estudio de la naturaleza es la vocación de Ramón Perea García-Calvo, doctor ingeniero de Montes por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) que actualmente trabaja como investigador Marie Curie en la Universidad de Stanford (en EEUU). Allí desarrolla su proyecto BIOSTRESS, que analiza las interacciones entre plantas y animales en los ecosistemas con el objetivo de “evaluar el efecto de diferentes tipos de estrés en las relaciones bióticas que afectan a la regeneración de los bosques”, explica.

Este investigador de la UPM obtuvo una de las mejores calificaciones para alcanzar la ayuda Marie Curie, una acción que le permitirá desarrollar su proyecto y avanzar en su formación, lo que representará un salto cualitativo en su nivel científico-técnico. En Stanford tiene la oportunidad, además, de trabajar en Jasper Ridge, una de las reservas biológicas más estudiadas y con mejor infraestructura del mundo.

Pregunta. ¿En qué consiste en esencia el proyecto BIOSTRESS?

Respuesta.
Trata de evaluar el efecto de diferentes tipos de estrés en las interacciones bióticas, esto es, en las interacciones planta-planta y planta-animal que ocurren en los sistemas naturales. El fin es entender mejor cómo se regeneran los ecosistemas ante los diferentes niveles de estrés. El trabajo aglutina no solo ciencia básica (Ecología y Evolución) sino también ciencia aplicada, tratando de generar bases científicas para la gestión de los ecosistemas, así como para la restauración de aquellos degradados o susceptibles de ser degradados en el futuro, debido a cambios ambientales o de uso de la tierra. Por ejemplo, el incremento de la presión por herbívoros o la reducción de la disponibilidad de agua (sequía).

P. ¿Qué labor concreta realiza en Stanford?

R. Llevo a cabo diferentes experimentos de campo y de laboratorio. Trabajo en una de las reservas biológicas mejor estudiadas y con mejor infraestructura del mundo, Jasper Ridge, perteneciente a la Universidad de Stanford. Además, imparto algunos seminarios de investigación e introduzco a los estudiantes de Grado en el mundo de la investigación mediante la dirección de prácticas y trabajos. Tengo la oportunidad de aprender nuevas técnicas e incorporarme a otros proyectos (por ejemplo, uno en la selva tropical mejicana). Además, Stanford ofrece miles de cursos, conferencias y seminarios. La verdad es que uno tiene que priorizar o no dejaría de asistir a numerosos cursos, seminarios y eventos académicos.

P. ¿Por qué eligió ese Centro americano para realizar su estancia de investigación?

R.
La Universidad de Stanford es un centro de referencia en muchos ámbitos de la Ciencia. Su nivel académico es muy alto y muchos grupos son internacionalmente conocidos. Además, se encuentra en California, con ecosistemas mediterráneos muy similares a los que ocupan buena parte de España. Pensé que sería una muy buena oportunidad para aprender, mejorar mi formación y madurar como investigador. Tengo la suerte de poder interactuar con estudiantes y trabajar codo con codo con ellos, aprender el sistema americano de docencia y conocer nuevas técnicas de enseñanza e investigación.

P. ¿Qué diferencias encuentra con las universidades europeas y, en concreto, con la UPM?

R.
Bastantes diferencias, la verdad. En Stanford, la docencia es una actividad que se toman muy en serio. Los alumnos pagan importantes cuantías y no hay margen para que los profesores sean mediocres o no tengan interés y vocación en enseñar. La investigación es puntera, internacional y fuertemente basada en la tecnología. Hay investigadores y estudiantes de todo el mundo, con más de 2.000 postdoc, especialmente de Japón, China y Europa. Esto todavía no lo vemos en España. Al revés, los investigadores españoles se marchan de España por falta de oportunidades y recursos. Por supuesto, la universidad americana está encantada en recibir gente de fuera con muy buen currículum. Solo en el periodo que llevo yo (6 meses) se ha otorgado una Medalla Field (equivalente al Nobel de Matemáticas) y un Premio Nobel de Química a dos profesores de Stanford. Estamos muy lejos de este nivel.

P. Desde su experiencia personal, ¿cómo valora la situación de la investigación en nuestro país?

R. La situación es crítica. Hay un éxodo de investigadores que se han formado en España y que en su etapa más productiva van a rendir a otros países. La falta de planificación y de programas adecuados para fomentar la investigación y la incorporación de jóvenes investigadores es evidente. La investigación sigue sin ser una prioridad.La elección del profesorado y personal investigador es un gran problema en mi opinión. Las Universidades deben nutrirse de los mejores, vengan de donde vengan. Tampoco hay seguimiento del rendimiento del personal. Muchos profesores no hacen nada o muy poco de investigación, y su vocación y capacidad docente es nula. Eso debe de extinguirse, máxime cuando hay gente joven muy bien preparada y con ganas que ve cómo hay plazas de profesores y disciplinas “desaprovechadas”, afectando a cientos de estudiantes durante numerosas promociones. La elección de un profesor mediocre en un área determinada implica “estancar” el conocimiento y la formación de muchas promociones.


Puede leer la entrevista completa en el número 29 de la Revista UPM