La nueva cubierta del estadio de Balaídos se ensaya en la UPM

En interior del túnel de viento ACLA16 del Instituto Universitario de Microgravedad Ignacio da Riva del campus de Montegancedo. Los resultados permitirán a los ingenieros dimensionar la estructura de forma optimizada y segura.


17.05.16

El estadio de fútbol del Celta de Vigo, Balaídos, está siendo remodelado y una de las actuaciones previstas para su renovación, es la sustitución de la cubierta de una de las cuatro gradas, la de tribuna. La empresa S.A. de Obras y Servicios, COPASA, encargada de su construcción, ha confiado en el Instituto Universitario de Microgravedad Ignacio da Riva (IDR) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) el estudio de las cargas aerodinámicas sobre esa cubierta.

Para poder realizar los ensayos se ha de construir una maqueta que reproduzca fielmente las características de la estructura de la que se quieren determinar las cargas. En el caso de Balaídos, se ha construido un estadio en miniatura, pero con unas particularidades que convierten este modelo instrumentado en un nuevo reto para el equipo de maquetistas del IDR.



“La geometría de la nueva cubierta diseñada por el arquitecto Pedro de la Puente Crespo es muy especial. La cubierta la forman 11 sectores y cada uno de ellos tiene una forma curva particular, por lo que la fabricación de la maqueta ha sido compleja”, explican desde el IDR. Primero se han hecho modelos virtuales tridimensionales para diseñar cada sector con las tomas de presión integradas. A partir de ahí, se ha realizado la maqueta real mediante estéreo-litografía (impresión 3D).

Además, esta maqueta incluye las edificaciones del entorno del estadio, algo que sólo se añade si las dimensiones de los edificios circundantes son comparables con la estructura que quiere medirse y afectan mucho a las fuerzas aerodinámicas que aparecen sobre la cubierta como ocurre aquí. “Es necesario incluirlos para simular adecuadamente las condiciones del viento, porque repercuten en el flujo de aire sobre el campo de fútbol y la cubierta”, indica Sebastián Franchini, investigador del IDR.

La finalidad de este estudio es conocer las cargas de viento con mayor certeza. Cuando sopla el viento, produce fuerzas muy intensas sobre las cubiertas que tienden a levantarlas. “Nuestro trabajo consiste en determinar la intensidad de esas fuerzas, con especial atención en las máximas, que representan los días meteorológicamente más adversos, cuando hay viento muy intenso”, sostiene Franchini. Con los resultados que se obtienen en los ensayos en el túnel aerodinámico ACLA 16, los ingenieros calculan si la estructura que forma y sostiene la cubierta es adecuada, porque soportará las fuerzas que el viento provoque sobre el conjunto y en su caso dimensionarla de forma optimizada y segura. En definitiva, los estudios del IDR son fundamentales para que después los ingenieros y constructores realicen su trabajo con garantías de seguridad para los asistentes al estadio de fútbol.

El IDR acumula una gran experiencia en la realización de estas mediciones que velan por la seguridad en el ámbito deportivo. Por sus manos han pasado una treintena de estadios de fútbol y estructuras similares. Los cambios en las cubiertas del Santiago Bernabeu han ido acompañados de ensayos en su túnel (en 1980, 1991 y 2003). También, en 1985, estudiaron la carga de viento sobre la cubierta del estadio del FC Barcelona. Anoeta, El Sardinero, Riazor o los campos de los dos rivales de la capital hispalense, el Ramón Sánchez Pizjuán (1980) y el Benito Villamarín (1998) figuran en la larga lista de estadios analizados. Junto a ellos, otras instalaciones deportivas o de ocio, como el estadio de atletismo de Sevilla, la Caja Mágica o la plaza de toros de Las Ventas, ambas en Madrid capital.