Nanopartículas más específicas para el tratamiento del cáncer

Mejorar la especificidad de las nanopartículas para que puedan atacar con fármacos solo las células tumorales, objetivo de un premiado proyecto de fin de grado de la UPM.

12.01.15

La imposibilidad de los fármacos antitumorales actuales para localizar las células cancerosas y actuar solamente sobre ellas, sin afectar a las sanas, es uno de los principales problemas con los que se encuentran los científicos al abordar el tratamiento del cáncer. El proyecto de fin de grado de una investigadora de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) pretende modificar la superficie de las nanopartículas (pequeñas estructuras utilizadas para dirigir los fármacos hasta el tumor), de modo que sean más selectivas y ataquen solo a las células cancerosas.

El trabajo, desarrollado por Verónica Rodríguez, actualmente estudiante del Máster de Ingeniería de Materiales de la UPM, ha recibido el Premio Sociemat y Caja de Ingenieros de Madrid al Mejor Proyecto de Fin de Grado en Ingeniería de Materiales.

“Lo que se persigue con el empleo de nanopartículas es dirigir o vectorizar los fármacos hacia el tejido afectado por el tumor, de modo que las células sanas afectadas por el tratamiento, muy agresivo, sean las menos posibles”, explica Rodríguez. Su trabajo se basa en modificar la estructura externa de estas nanopartículas, conocida como “decoración”, para lograr que se vean más atraídas hacia las células tumorales.

La gran novedad de las moléculas diseñadas en el marco de este proyecto es su asimetría. La mayor parte de las nanopartículas (de forma esférica) están cubiertas por una sola molécula afín al tumor que se desea eliminar, o con varios tipos dispuestos de manera aleatoria. En este caso, la investigadora ha logrado que sean dos moléculas las que estén presentes en la nanopartícula y que lo hagan cubriendo cada una de ellas una parte específica de la esfera.

“La mitad está cubierta por una macromolécula llamada transferrina y la otra por ácido fólico, una molécula muy pequeña”, explica Rodríguez. La gran ventaja de esta disposición asimétrica es que permite a los investigadores jugar con moléculas de naturaleza diferente según el tipo de tumor y aumentar la especifidad de las nanopartículas hacia él.



Es la primera vez que se consigue crear nanopartículas asimétricas y para ello la investigadora ha tenido que llevar a cabo un “procedimiento muy elaborado y novedoso”. Los retos ahora se centran en lograr que las moléculas se distribuyan en las nanopartículas de un modo más uniforme y controlar la cantidad de superficie cubierta por cada molécula, lo que permitirá mejorar la eficacia de las nanopartículas en la lucha contra el cáncer en sus diferentes tipologías.




Verónica Rodríguez ha tenido como tutor principal al catedrático Alejandro Baeza, de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y como tutor asociado a José Ygnacio Pastor, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la UPM. Ha desarrollado su proyecto en el Departamento de Química Inorgánica y Bioinorgánica de la Facultad de Farmacia de la UCM, el Centro de Investigación Biomédica en Red: Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN) y el ICTS Centro Nacional de Microscopia Electrónica.