Formar en competencias sobre el uso de las TIC

El perfil profesional de los jóvenes que se incorporan al mundo laboral debe incluir competencias en las TIC, como saber buscar información, gestionar conocimiento, priorizar los canales de comunicación electrónica o actuar con responsabilidad en las redes sociales. También conocer los riesgos de la dispersión, la adicción o el plagio.

06.07.15

Un equipo multidisciplinar liderado por Ana Moreno Romero, del Grupo de Investigación de Organizaciones Sostenibles (GIOS) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), ha coordinado un informe presentado en el V Foro de la Gobernanza de Internet en España que se celebró recientemente en la UPM. Con el título Identidad red de niñ@s y jóvenes, los expertos manifiestan en este documento los pros y contras del acceso al mundo de las TIC y las redes digitales de los niños, adolescentes y jóvenes. La profesora Moreno expone en esta entrevista la peculiaridad de los resultados de este estudio que concitó gran interés entre los asistentes al foro, donde destacó los beneficios y el avance imparable del mundo digital entre los usuarios más jóvenes.

La profesora Ana Moreno, en el centro de la imagen, en la presentación del informe sobre la  'Identidad red de niñ@s y jóvenes' en el V Foro de la Gobernanza de Internet en España.



Pregunta.¿Quiénes han participado en el informe de protección a la infancia frente a Internet que se presentó en el Foro de la Gobernanza de Internet en España?

Respuesta. El grupo de trabajo de niñ@s y jóvenes en Internet se creó en 2009, a la par que nacía el Foro de Gobernanza Internet España. Desde entonces, muchas organizaciones y profesionales han colaborado en el grupo. Empresas, administración pública de TIC, educación y sanidad, Universidad, asociaciones de padres y madres, colegios, los niños y jóvenes…

    En concreto, en el Informe de Gobernanza en Internet en España 2015, los autores cuyo trabajo he tenido la suerte de coordinar han sido: la doctora María Angustias Salmerón Ruiz, pediatra de la Unidad de Medicina de la Adolescencia del Hospital Universitario La Paz; Alberto Urueña, subdirector adjunto de Estudios en Red.es y profesor asociado de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la UPM; Maialen Garmendia, profesora de la Universidad del País Vasco/EHU - EU Kids Online;  Carlos Represa Estrada, director general del Instituto para la Competencia Digital; María José Cantarino de Frías, jefe de Innovación Sostenible en Telefónica; y Lorena Rivera Novillo, investigadora colaboradora en Syntagma. Las aportaciones de los coordinadores de la publicación Jorge Pérez y Silvia Serrano, de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la UPM, fueron también clave.

    El capítulo del informe se denomina “Identidad red de niñ@s y jóvenes”, porque hemos querido destacar dos ideas fundamentales. La primera es que la red es la nueva realidad de los jóvenes, no es algo complementario. La segunda es que con las TIC y con Internet no debemos hablar solo de riesgos, porque las oportunidades de aprendizaje, de ocio y de relaciones sociales positivas son muy superiores a los riesgos.

P. ¿Realmente es necesaria una gobernanza en Internet frente a los colectivos más desprotegidos?

R. La gobernanza en Internet incluye asuntos muy técnicos, relacionados con infraestructuras, protocolos, normativas… y asuntos más sociales, relacionados con los usos. Garantizar que la prolongación de nuestras vidas en la red no suponga una pérdida de derechos es fundamental. La protección a la infancia hay que extenderla a Internet, y no es un desafío sencillo.

    La edad media en que los menores se inician en el uso de Internet se sitúa en los 9 años. El 41% de los niños de 11 años tiene teléfono móvil, cifra que asciende hasta el 75% al llegar a los 13 años. En cuanto a las redes sociales, el 40% de los niños de entre 9 y 13 años de edad cuenta con perfiles en este tipo de comunidades. La tasa de incidencia directa de ciberbullying pasivo (ser acosado, insultado o amenazado) es del 5,9% entre los niños y adolescentes españoles, por poner solo un ejemplo de uno de los riesgos a los que hay que dar respuesta.

P. Los menores de 3 años se han  convertido en objeto de estudio para los profesionales de Internet ¿Qué peligro conlleva una exposición continuada ante la pantalla?

R. Este es el primer año en el que hablamos en el grupo de IGF de gateadores digitales, los menores de 3 años. Las alarmas han venido desde el sistema sanitario. Como recogemos en el informe 2015, muchos padres y madres realizan un uso de las TIC, fundamentalmente tabletas y smartphones, como falsos elementos activos de distracción de los hijos y para evitar que denoten sus frustraciones o comportamientos normales de niños que puedan resultar molestos a adultos en determinadas circunstancias. La recomendación del informe es clara:

    “Es necesario que los niños de 0 a 3 años tengan contacto con sus principales cuidadores el mayor tiempo posible al favorecerse de este modo el desarrollo de una figura de apego adecuada y el establecimiento apropiado del vínculo. El aprendizaje en esta edad viene determinado por el descubrimiento de su mundo directo, la experimentación, el desarrollo, la importancia del juego simbólico, el desarrollo adecuado de la psicomotricidad gruesa y el inicio del desarrollo de la psicomotricidad fina. El niño tiene que aprender el ritmo normal del mundo que le rodea, debe controlar sus frustraciones y manejar los tiempos de espera”.

P. Algunos niños de corta edad manejan ya la red con cierta soltura, cuando todavía no saben leer. ¿Supone esto un mayor desarrollo del lenguaje icónico de los niños sobre el conceptual? ¿En qué les puede afectar en su posterior desarrollo intelectual?

R. El conocimiento especializado del impacto de Internet en el desarrollo cognitivo de los niños lo aportan los médicos y psicólogos infantiles. Lo que he podido identificar como coordinadora del capítulo al hablar con los expertos es que hay menos estudios de los necesarios para llegar a conclusiones claras. Parece evidente que el impacto cambia mucho en función de la edad.

    Si entendemos por corta edad los menores de 3 años, algunos estudios médicos relacionan el uso abusivo de pantallas a esta edad con el TDAH y los trastornos de conducta. Para niños de hasta, pongamos, 12 años (coincidiendo con el final de Primaria), el impacto en la cimentación de sus competencias básicas de lectura, pensamiento abstracto o criterio propio, depende de muchos factores: capacidad del niño, modelo educativo, entorno familiar, uso que hace de las TIC… Por eso, tiene cada vez más importancia incluir desde el colegio las competencias digitales, porque hay que enseñar a leer, matemáticas, búsqueda de información o comunicación en la red, de manera armonizada, para que los niños vayan siendo capaces de manejar su entorno red con solvencia y autonomía.

La competencia digital puede definirse como el uso creativo, crítico y seguro de las tecnologías de información y comunicación para alcanzar los objetivos relacionados con el trabajo, la empleabilidad, el aprendizaje, el tiempo libre, la inclusión y participación en la sociedad. Para ello, el sistema educativo español está estudiando la mejor forma de incorporarlo tanto en lo referente a los medios (tablets, pizarras electrónicas), como en los contenidos y las metodologías. No es un reto sencillo, se lleva lustros en proceso de cambio y las TIC siempre van por delante de los colegios, de los profesores, de las familias.
    
    El Fórum Económico Mundial, en su documento sobre una nueva visión de la educación, habla del reto en las competencias digitales y del reto en las metodologías. Para lo primero, a las competencias básicas de lectura, números o conocimiento TIC, suma pensamiento crítico, creatividad, comunicación y colaboración, además de ciertas cualidades de carácter. Para las metodologías, habla de integración del aprendizaje en un bucle cerrado que, apoyándose en las TIC, integre materiales docentes, seguimiento, aportación de los profesores y medida de resultados.

    Aunque se trata de un informe para educación primaria y secundaria, desde la universidad tenemos un papel muy importante que jugar en las competencias para la sociedad en red. Por un lado, si los alumnos no llegan con esas competencias, y desde luego el informe del Foro Económico Mundial muestra niveles muy bajos para España, tenemos que cubrir la brecha generada. Por otro, somos los encargados de seguir desarrollando esas competencias para dar respuesta al nivel competencial que exige el mercado de trabajo. Creo que muchas de las lecciones aprendidas en el uso de las TIC de niños y jóvenes tienen una continuidad natural en la edad universitaria.

P. ¿Puede hablarse de que la protección de la infancia o la adolescencia respecto de Internet pasa por el trabajo de un equipo interdisciplinar capaz de detectar conductas adictivas? ¿Existen juegos adictivos?

R. La protección de la infancia pasa absolutamente por un trabajo en equipo interdisciplinar, tanto en el sentido estricto de distintas áreas de conocimiento como en el sentido de trabajar conjuntamente organizaciones de distintos ámbitos competenciales (empresas, administraciones públicas y tercer sector, colegios y universidades). Además, y esto no son buenas noticias, deben ser equipos con una capacidad de respuesta muy rápida, porque el sector evoluciona permanentemente y la adopción de las TIC por parte de niños y jóvenes es instantánea.

    En el informe se resalta que Internet y las TIC, en general, han traído (y siguen trayendo) grandes oportunidades de innovación para el aprendizaje, el ocio y las relaciones sociales. La primera conclusión de este capítulo del informe de IGF es que hay que potenciar los usos positivos y maximizar los beneficios asociados. Quizás el mayor riesgo es desperdiciar el potencial que las TIC traen para el desarrollo de niños y jóvenes. Eso no quiere decir que no haya que tomar medidas contra el ciberacoso o los comportamientos adictivos, pero es importante situarlos en un marco más amplio. Personalmente, creo que el gran reto para hacer frente a esos riesgos es una buena educación a los niños y jóvenes en el uso de las TIC, y para eso los educadores directos no siempre están preparados. Hay que acelerar el proceso educativo y de madurez en su uso. Si para conducir un coche la edad son los 18 años, para ser autónomo en las TIC debemos pensar que debiera ser a partir de los 15 (por poner una cifra no consensuada). La complicación es que se mezcla el periodo de autonomía TIC con la adolescencia. La preocupación, cuando hablamos de protección de la infancia, es cómo proteger a los niños y niñas que no tienen un entorno socio-educativo apropiado.

P. Recientemente, una herramienta desarrollada en una spin-off de la UPM sirve para rastrear los hashtags peligrosos en las redes sociales relacionados con la anorexia y la bulimia.

R. Este tipo de herramientas es de gran utilidad. Las intervenciones policiales para cerrar páginas de trastornos de alimentación cuando se demuestra incumplen la ley son seguidas por nuevas aperturas de sitios en los que intercambiar información, por lo que los apoyos tecnológicos para identificar las webs de riesgo son fundamentales.

P. ¿Podemos considerar que los jóvenes que nos llegan a la universidad están plenamente preparados para el manejo de las TIC?

R. Como he avanzado en la pregunta sobre las competencias digitales, el nivel de exigencia del mercado de trabajo en el pensamiento sistémico, el trabajo en equipos  (presenciales y virtuales) o la gestión de conocimiento, es muy alto. En las asignaturas de organización del trabajo y recursos humanos (Máster de Ingeniería Industrial) les hablamos de ese perfil competencial que se exige a los millenials, que es como se llama a los jóvenes que se están incorporando al mercado de trabajo. Pero no es solo una cuestión de entender el impacto de las TIC en el funcionamiento de las organizaciones o en su futuro desarrollo de carrera. Tienen que incorporar unas competencias para saber buscar información, gestionar conocimiento, priorizar los canales de comunicación electrónica o saber ser ciudadanos responsables en las redes sociales. Y, por supuesto, siguen existiendo riesgos de mal uso  de las TIC como la adicción, la dispersión o el plagio, que aunque pudiéramos considerar que están fuera de nuestros objetivos educativos como universidad porque son ciudadanos mayores de edad, son asuntos muy relevantes para su futuro perfil profesional y debemos tenerlo en cuenta en el desarrollo de las competencias transversales. Además, hay retos vinculados a la investigación. En nuestro grupo de investigación de Organizaciones Sostenibles (GIOS) las competencias red son parte de las prioridades de investigación.

    Contestando a la pregunta, diría que son usuarios muy maduros de TIC, que tienen unos hábitos de trabajo en red sólidos y que tienen una gran capacidad de adaptación al cambio tecnológico permanente. Pero las competencias digitales se tienen que seguir trabajando en la universidad. Especialmente en universidades como la UPM, en la que estamos formando a los profesionales de los sectores más tecnológicos.