'Paisaje y patrimonio de la industria de la alimentación'

El Aula de Formación Gestión e Intervención en el Patrimonio Arquitectónico e Industrial dedicará su cuarto seminario internacional a la agroindustria. Prorrogado hasta el 1 de noviembre el plazo para enviar propuestas de comunicaciones.


24.10.16


Por el Aula de Formación G+I_ PAI


Con la revolución neolítica y el cambio de las sociedades de cazadores-recolectores hacia el sedentarismo y la incipiente agricultura se inició un continuo proceso de transformaciones producidas por el ser humano en el medio natural que no ha parado hasta nuestros días. Su primera manifestación fue el comienzo de un paisaje antropizado por alteraciones introducidas en la plantación. Como segunda e inevitable manifestación, surgieron las primitivas construcciones e infraestructuras asociadas a su aprovechamiento y mejora. Sus primeros vestigios, aún visibles en algunos casos, como por ejemplo en las redes de canales de época asiria de Senaquerib, nos hablan de la crucial importancia del agua, de su captación y de la creación de redes para la vertebración agrícola del territorio. A destacar es también la importancia que tuvo desde un primer momento el almacenaje, ligado a los excedentes productivos y origen de algunas de las más bellas construcciones agrícolas aún existentes, como los almacenes de diezmo medievales.

La industrialización del medio agrícola y ganadero que por ejemplo Louis Bergeron sitúa incluso como motor y estímulo de la misma revolución industrial a través de las mejoras en herramientas y métodos de producción, condujo finalmente a modos y formas de explotación que cambiaron radicalmente usos y cultivos tradicionales. En esta perspectiva, el patrimonio abordado en el IV Seminario Internacional sobre Patrimonio Arquitectónico e Industrial abarca el extenso arco de los ámbitos agrícola y ganadero, es decir, de lo que se incluye bajo la más amplia denominación de lo agropecuario.

Dentro de él, y para su completa comprensión, es fundamental atender a los diferentes factores que intervienen en su conformación, como las estructuras de propiedad, las formas de explotación, las relaciones sociales y de producción, y los procesos técnicos y de transformación involucrados. Aunque solo nos ciñéramos a la expresión material de este patrimonio cultural, ya solo en sus aspectos arquitectónicos y de ingeniería presentaría una variedad y riqueza que causa asombro por sus múltiples facetas.





En términos muy generales, un criterio de agrupación podría establecerse, por ejemplo, en relación a la presencia del agua, en la que una primera categoría podría corresponder a toda la agricultura de secano con su tendencia al carácter extensivo y el uso temprano de la mecanización. A él se podría contraponer el paisaje del regadío con la presencia de las diferentes formas de infraestructuras hidráulicas asociadas. Un tercer grupo podría ser el de las aguas en exceso, áreas de inundación en las que los esfuerzos se han centrado en la evacuación y en asegurar niveles hidráulicos aptos para el cultivo. Estas categorías podrían matizarse para el caso español introduciendo los climas de montaña o las especiales condiciones de la insularidad.

Análogamente, y en correlato con todo lo anterior, para la ganadería son posibles otras categorías en las que la presencia de áreas de prados o dehesas se asociaría también a niveles pluviométricos diferenciados. Aunque ya en claro retroceso, el pastoreo es aún un interesante ejemplo de actividad con fuerte arraigo en formas previas a la industrialización. Su opuesto más claro sería la granja moderna, paradigma de métodos y modos de la más avanzada tecnificación.

Desde la acelerada urbanización iniciada en el siglo XIX con la revolución industrial, la agricultura y la ganadería han tenido que hacer frente a unas demandas crecientes y casi exponenciales de alimentos. Aunque Malthus erró en sus pronósticos sobre la imposibilidad de satisfacer el crecimiento demográfico, los retos de la industrialización del agro han supuesto enormes esfuerzos en múltiples ámbitos. Las huellas de todo ello en el territorio, incluidas las redes, que han hecho posible su transporte son claras. Al no ser ajena a los procesos de evolución industrial y obsolescencia, la agroindustria ha dejado una extensísima herencia de elementos patrimoniales que no deben caer en el olvido y a los que es preciso atender, gestionar y en muchos casos recuperar.


____________________



El Aula de Formación Gestión e Intervención en el Patrimonio Arquitectónico e Industrial (G+I_PAI) es fruto de un convenio entre la Fundación ACS y la Universidad Politécnica de Madrid. Organiza, entre los días 15 y 17 de febrero de 2017, el IV Seminario Internacional sobre Patrimonio Arquitectónico e Industrial, bajo el título “Agroindustria. Paisajes y Patrimonio de la Industria de la Alimentación”. Los interesados en presentar una comunicación tienen de plazo hasta el 1 de noviembre (fecha prorrogada) para enviar un resumen de su propuesta. Más información en:  http://gipai.aq.upm.es.