¿Cómo afectan las compras por internet a nuestra disposición para caminar hasta las tiendas?

Investigadores de la UPM han analizado si el hábito de compra por internet afecta a la disposición de los clientes a acudir a una tienda física y a la accesibilidad peatonal y si ello puede llegar a modificar el diseño de las zonas comerciales de los barrios.

04.03.2024

¿Dejamos de acudir a las tiendas físicas cuando compramos por internet? ¿Puede este nuevo hábito ser un motivo de cierre de los establecimientos en nuestras calles? ¿Qué colectivos son más propensos a acudir a las tiendas físicas? Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y del Luxembourg Institute of Socio-Economic Research (LISER) han analizado cómo el consumo online ha afectado a nuestra disposición a visitar las tiendas físicas y el impacto que puede tener en ellas.

Tomando como modelo la ciudad de Zaragoza, los investigadores de la Escuela Técnica Superior de Caminos, Canales y Puertos de la UPM, analizaron los efectos espaciales de cómo la frecuencia de compra por internet afecta a la disposición de los consumidores para caminar más o menos tiempo con el objetivo de visitar las tiendas físicas. Para ello, en el año 2020, distribuyeron una encuesta entre la población de la capital aragonesa.

Foto: Eugen Kucheruk. Unsplash

“Nuestro objetivo era realizar un análisis estadístico, mediante modelos de regresión, de la relación existente entre la frecuencia de compra por internet y la disposición que tenían los consumidores para acudir caminando a las tiendas físicas. En base a estos datos, cartografiamos la accesibilidad para el año 2020 y proyectamos la accesibilidad para el año 2030 mediante escenarios exploratorios”, explica Julio A. Soriano Lara, uno de los investigadores firmantes del trabajo.

Aunque es cierto que las compras por internet afectan al paisaje comercial de las ciudades, pudiendo llegar a tener un impacto negativo sobre el pequeño comercio, los resultados del estudio muestran que la salud de la tienda física no estaría en riesgo, al menos en el medio plazo.

“Una parte de los encuestados se definían como “showroomers” y especificaban que solían visitar los establecimientos para ver el producto físicamente antes de comprarlo por internet, por lo que las visitas a las tiendas siguen produciéndose”, añade.

Izquierda: Accesibilidad actual a comercio diario (arriba) y no diario (abajo). A la derecha la accesibilidad proyectada en el escenario exploratorio de 2030 al comercio diario (arriba) y no diario (abajo).

Las mujeres con hijos de menos de 12 años y con coche, las menos propensas a caminar

El trabajo también muestra ciertas diferencias entre los comercios de consumo diario (comida, suministros, etc) y los que son de visita no diaria y destaca que, al margen del comercio electrónico, también hay otros factores que condicionan la predisposición de los consumidores a desplazarse a pie hasta las tiendas.

“Las personas con un alto nivel educativo tienden a tener menos tiempo para llegar a ambos tipos de comercio minorista. Además, en el caso del comercio minorista no diario, es más probable que las mujeres que compran en línea tienen más probabilidades de caminar más tiempo, mientras que tener hijos menores de 12 años y tener un automóvil se asocian negativamente con la predisposición para caminar”.

No obstante, pese a que las tiendas físicas siguen teniendo cabida, para los investigadores este nuevo hábito de compra sí podría conllevar una exigencia para el comercio tradicional que puede verse obligado a reconvertirse o especializarse más para seguir contando con clientes potenciales. Los resultados deberían además ser utilizados con el objetivo de favorecer la movilidad peatonal en las ciudades para fomentar que poblaciones menos propensas al comercio electrónico, como los mayores, puedan acceder de un modo más cómodo a los comercios.

“Es importante proveer a las ciudades de una adecuada infraestructura peatonal, además de otro tipo de acciones como generar rutas comerciales y rediseñar los espacios públicos para hacerlos más atractivos”, concluyen los investigadores que consideran que este trabajo, cuyos resultados han sido publicados en la revista internacional Transportation Planning and Technology, puede aplicarse al diseño de los barrios para hacer que la movilidad peatonal se vea reforzada.

Aldo Arranz-López*, Julio A. Soria-Lara, Martin Dijst, Hichem Omrani (2023). “Does shopping increase walking time willingness to reach in-store locations? Exploring the spatial effects”. Transportation Planning and Technology, 46, 729-753. https://doi.org/10.1080/03081060.2023.2229309