Reducir a la mitad el desperdicio de nitrógeno para 2030: un reto socio-político basado en principios científicos

Las principales conclusiones extraídas del International Nitrogen Workshop, celebrado en la ETSIAAB entre el 24 y el 28 de octubre, dejan patente la necesidad de reducir el desperdicio de nitrógeno y hacer menos contaminantes los sistemas de producción.

23.11.2022

La Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) ha acogido recientemente la XXI edición del International Nitrogen Workshop, la reunión científica internacional más importante sobre nitrógeno. Este encuentro, en el que han participado 300 investigadores/as de 40 países, ha conseguido poner sobre la mesa un importante y urgente desafío: el de reducir a la mitad el desperdicio de nitrógeno para el año 2030. Se trata de un objetivo ambicioso, pero no imposible. Esta meta se podría alcanzar a través de medidas tanto tecnológicas como estructurales, que requieren de la respuesta e implicación de la comunidad científica pero también de sectores como los agricultores, las administraciones y la sociedad en general.

La parte introductoria del Congreso llevó a cabo un primer acercamiento al término sobre el que se ha puesto el foco: el ‘desperdicio de nitrógeno’. Este elemento entra a los cultivos a través de los fertilizantes sintéticos y, después de que los animales consuman una parte del mismo, vuelve al estiércol. Pero en este viaje circular, se producen una gran cantidad de pérdidas conocidas como ‘desperdicio de nitrógeno’ que puede provocar contaminación atmosférica o de las aguas. Por esta razón, un buen uso del nitrógeno podría permitir la recuperación de una parte de este nitrógeno como fertilizante para los cultivos. Esto es precisamente lo que ha tratado de focalizar la cita internacional más importante sobre nitrógeno.

En primer lugar, en lo que se refiere a sistemas de cultivo, este Congreso ha dejado patente la importancia de homogeneizar las definiciones en la estimación de la eficiencia de uso de nitrógeno (NUE), así como mejorar los inventarios nacionales de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Esta homogeneización permitiría adaptar más adecuadamente las medidas de reducción de la contaminación por nitrógeno y evaluar la contribución real de las prácticas agrícolas al cambio climático.

Sobre los sistemas ganaderos o mixtos, se ha hecho hincapié en el potencial que tiene la nutrición de precisión para animales y las nuevas estrategias y tecnologías de estabulación para aumentar la eficiencia del uso del nitrógeno y reducir el desperdicio en las explotaciones. También se ha resaltado la modelización en los sistemas agrícolas para beneficiar a los agricultores en la toma de decisiones, ya que permite evaluar los sistemas y promover la elaboración de políticas públicas que mitiguen el cambio climático.

En referencia al sistema agroalimentario, se han visibilizado nuevos escenarios agroecológicos que podrían tener mayor impacto que la actual estrategia ‘De la granja a la mesa’, puesta en marcha por la Unión Europea.

A nivel paisaje, los investigadores han demostrado que la medición y el seguimiento del nitrógeno reactivo son clave para comprender los aportes excesivos que tienen lugar en algunos países y que contaminan las aguas superficiales y subterráneas, así como las zonas costeras. Por este motivo, es importante integrar la calidad del agua y los ecosistemas acuáticos en las evaluaciones globales y regionales de los flujos de nitrógeno y, específicamente, reciclar el nitrógeno reactivo.

En las mesas redondas han participado agentes privados y públicos de los sectores de los fertilizantes y los fabricantes de piensos para destacar, por un lado, la visión futura de una sociedad carbono-neutral utilizando el hidrógeno como fuente de energía y el amoníaco (convertido en hidrógeno) para el almacenamiento y el transporte de energía. Por otro lado, se ha resaltado la importancia de aumentar el uso de recursos locales para la alimentación animal y evitar las materias primas con alto impacto ambiental.

Por último, también se ha hablado sobre teledetección y agricultura de precisión para mejorar el uso eficiente del nitrógeno en cultivos, y sobre el análisis de coste-beneficio y las políticas públicas agroambientales adecuadas para promover estrategias que impliquen a las partes interesadas en la aplicación de una economía circular.

En resumen, este Congreso ha evidenciado que el amplio abanico de medidas puesto sobre la mesa puede reducir el desperdicio de nitrógeno a la mitad pero que, para que esto sea posible, se necesitan medidas tanto tecnológicas como estructurales, y complejas acciones e interacciones de diferentes sectores de la sociedad. Las perspectivas de la investigación, así como la gran incertidumbre que rodea el contexto político y medioambiental a corto plazo (la inestabilidad geopolítica, el cénit mundial del petróleo, el cambio climático…), anticipan una XXII edición del próximo congreso de nitrógeno -que se celebrará en Nueva Delhi (India) en 2023- repleta de debate y contenido sobre las estrategias para conseguir el objetivo de reducir a la mitad el desperdicio de nitrógeno. En definitiva, este evento ha dejado patente que la búsqueda de soluciones no se puede posponer.

Luis Lassaletta y Alberto Sanz Cobeña, investigadores del Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales (CEIGRAM), han sido los organizadores del XXI International Nitrogen Workshop.