La hipertermia y la nanotecnología, unidas contra el cáncer

Investigadores de la UPM trabajan en el desarrollo de nuevas técnicas que combinan la nanotecnología y la hipertermia como potencial vía de tratamiento contra dos de los tipos de cáncer más agresivos.

06.10.14

Cerca de 10 millones de personas desarrollan cáncer cada año, una cifra que se prevé que aumente hasta 15 millones en el año 2020. Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) trabajan en el desarrollo de nuevas tecnologías basadas en la hipertermia, con potenciales aplicaciones en el tratamiento de esta enfermedad.

Los investigadores pertenecen al Laboratorio de Bioinstrumentación y Nanomedicina del Centro de Tecnología Biomédica (LBN-CTB) de la UPM.  Su proyecto se centra en el empleo de  hipertermia mediada por nanopartículas para el tratamiento  de cánceres cerebrales y uveales (los intraoculares), ambos de muy mal pronóstico en la actualidad. “Estos dos  grupos de tumores son especialmente idóneos para su tratamiento con nanohipertermia”, explica José Javier Serrano Olmedo, de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación, que lidera el proyecto.

Los investigadores se centrarán en tres protocolos de hipertermia diferentes: hipertermia inducida por radiofrecuencia (RF-HT), daño magneto-mecánico inducido (MM-HT) e hipertermia óptica inducida por láser (OP-HT). “Por un lado, dado que el cerebro es una zona de difícil acceso para la cirugía, sería adecuado utilizar las técnicas RF-HT o MM-HT en casos de tumores localizados en esta zona. El cáncer uveal, fácilmente accesible a través de un haz luminoso, podría considerarse un buen candidato para tratarlo utilizando OP-HT”, añade el investigador de la UPM.

La hipertermia puede considerarse una terapia no invasiva, mediante la cual los tejidos biológicos se exponen a temperaturas más altas de lo habitual (41-47 grados centígrados) para promover la destrucción selectiva de las células anormales, induciendo en su membrana un daño irreversible.
Gracias a que las células cancerosas tienen una menor tolerancia al calor que las sanas, la hipertermia afecta en mayor medida a las células tumorales. Por ello, este tipo de terapias podrían utilizarse para inhibir su proliferación o para hacerlas más sensibles al efecto de tratamientos convencionales como la radiación o la quimioterapia.

La combinación de la nanotecnología con la hipertermia puede dar lugar a tratamientos más efectivos contra diferentes tipos de cáncer. “El estudio exhaustivo de estas técnicas y de sus posibilidades puede dar lugar a nuevos modelos terapéuticos que constituyan un complemento a las terapias actuales, o incluso se conviertan en alternativas eficaces a las mismas. Así se conseguiría una acción menos invasiva y mucho más selectiva, que garantice menos efectos secundarios y una mejora de la calidad de vida de los pacientes”, explica Serrano.





Superada la primera fase de la investigación, el trabajo de los expertos ha obtenido buenos resultados en la experimentación in vitro con prototipos de nanohipertermia. El siguiente paso se orienta a optimizar las técnicas desarrolladas y adaptarlas para su posterior uso en la clínica, haciendo hincapié en el control de toxicidad de las nanopartículas utilizadas en cada caso, así como en el  ajuste de la selectividad de los tratamientos, de manera que pueda maximizarse la eficiencia de cada una de las terapias.

Esta trabajo, llevado a cabo por un amplio consorcio de grupos de investigación y grupos clínicos coordinados por  José Javier Serrano, se engloba en uno de los proyectos intramurales que coordina el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER).