Sismicidad inducida: ¿se puede prevenir?

Un trabajo desarrollado por una estudiante de doctorado de la UPM, recibe el premio Arquímedes del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades en la categoría de Ingeniería y Arquitectura.

22.04.2019

Una novedosa metodología que permite analizar el riesgo de sismicidad inducida en actividades de inyección y extracción de fluidos en el terreno, utilizando técnicas de simulación.  Es la propuesta de Cristina Vila, estudiante de Doctorado en Ingeniería de Estructuras, Cimentaciones y Materiales en la Universidad Politécnica de Madrid,  que ha recibido el premio Arquímedes otorgado por la Secretaría General de Universidades del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades en la categoría de Ingeniería y Arquitectura.

Entre finales de 2013 y principios de 2014, una cadena de terremotos sacudió las inmediaciones de la localidad de Azle (Texas, Estados Unidos), una zona que hasta ese momento no había registrado actividad sísmica. Estudios posteriores demostraron que el fracking, técnica que emplea procesos de inyección y extracción de fluidos para explotar yacimientos de gas natural, podía estar detrás de estos temblores. Tomando como base este fenómeno, la estudiante de la ETSI Caminos, Canales y Puertos de la UPM, aplicó modelos hidro geomecánicos al análisis de la sismicidad inducida en actividades de inyección y extracción de fluidos, en formaciones rocosas profundas.

“La aplicación de esta metodología al caso de Azle permite concluir que tanto la inyección de aguas residuales como la extracción de gas explican la reactivación del sistema de fallas”, explica Cristina Vila, que añade que “esta metodología no solo permite abordar el estudio de fenómenos pasados para explicar sus causas y determinar si son naturales o inducidos, sino que también abre la puerta a su utilización en tiempo real para detectar señales de alerta durante la explotación y prevenir seísmos potenciales”.

“Llegar a la conclusión de que un terremoto ha sido inducido, y entender en profundidad qué condiciones lo han provocado requiere de modelos hidrogeomecánicos como el que hemos presentado. La aplicación al caso de Azle, demuestra el potencial de la metodología que hemos desarrollado para el análisis y diagnóstico de eventos sísmicos a posteriori, así como su utilidad para la prevención de estos fenómenos”, asegura Cristina Vila.

El modelo propuesto por esta doctoranda, propone además 5 líneas de trabajo vinculadas a la optimización del modelo y a la aplicación del mismo a otros eventos sísmicos.

Un premio motivador

Centrada en concluir sus estudios de doctorado para especializarse en el campo de la sismicidad inducida, haber llegado a la final del Certamen Arquímedes ha sido para esta estudiante “una experiencia muy enriquecedora” que le ha permitido  “compartir mi investigación y aprender de otros estudiantes investigadores de múltiples áreas”.

“Recibir el primer premio en el área de Ingeniería y Arquitectura supone un gran honor y, sobre todo, un gran reconocimiento a mi trabajo y al trabajo que han realizado mis tutores David Santillán Sánchez y Luis Cueto-Felgueroso Landeira y otros profesores como Juan Carlos Mosquera Feijoo, que tanto me han enseñado y ayudado en el proceso y sin cuyo apoyo no lo hubiera logrado”, añade.  “Asimismo, supone un aliciente para seguir esforzándome y dedicando tiempo a continuar con la investigación en esta área, la sismicidad inducida, de la que aún queda mucho por conocer y de gran relevancia en la actualidad”.